El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Motril, José Carlos López Pérez, ha anunciado la puesta en marcha de un plan de invierno para prevenir los efectos derivados de inclemencias meteorológicas como acumulaciones de agua en determinados puntos de la ciudad, caída de árboles y cornisas, así como otros peligros que puedan incidir sobre los ciudadanos en casos de vientos fuertes. López Pérez citó algunos puntos en los que el agua se suele acumular con frecuencia en épocas de lluvias debido, dijo, a las precarias infraestructuras que disponen.
Mientras se acometen obras más determinantes que palien definitivamente el problema con la implantación de nuevas redes, el concejal cree conveniente poner en marcha un sistema novedoso por medio del cual un equipo compuesto por seis bomberos por turno y otros tantos voluntarios de Protección Civil, en total unas 50 personas, vigilarán toda la trama urbana para revisar el estado de los sumideros, ramblas, cornisas peligrosas, árboles y otros elementos que amenacen riesgo. Lo harán durante los fines de semana.
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