En el mes de mayo de 2014, el Pleno del Ayuntamiento de Motril aprobaba por unanimidad dar el nombre de una calle o plaza al Doctor Norman Bethune, médico canadiense cuya intervención humanitaria en la masacre de La Desbandá es reconocida internacionalmente. Asimismo ha exigido el cumplimiento del acuerdo adoptado en el mismo pleno por el que se aprobaba el levantamiento de un sencillo monumento con los nombres de los 21 motrileños muertos en los campos de concentración nazis.
Casi dos años después, ninguno de estos acuerdos plenarios ha sido llevado a cabo a pesar de ser aprobados por unanimidad y estar elaborado el correspondiente proyecto en el caso del diseño y construcción del monumento erigido en recuerdo de los motrileños muertos en los campos de exterminio nazi.
El incumplimiento de estos acuerdos solo puede ser interpretado como una estrategia interesada para ocultar la verdad e imponer el olvido, negando el reconocimiento que en cualquier país democrático y decente se concede a los ciudadanos y ciudadanas que dejaron su vida por la libertad, combatiendo el totalitarismo y defendiendo una sociedad más justa para el conjunto de la ciudadanía.
Izquierda Unida también demanda al Ayuntamiento de Motril una mayor sensibilidad con todos los asuntos relacionados con la Memoria Histórica y Democrática, reclamando la aplicación rigurosa de lo establecido en la Ley 52/2007 de Memoria Histórica. En particular, la adopción de las medidas oportunas para la retirada de insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativa de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar y de la represión franquista.
En este sentido, su portavoz en el Ayuntamiento ha señalado que todavía quedan calles, plazas y centros educativos dedicados a la exaltación de los golpistas y de sus colaboradores como es el caso de las calles Crucero Baleares, Alcázar de Toledo, Cuartel de la Montaña, Batalla de Brunete, Capitán Blanco o Capitán Haya.
Norman Bethune y la Desbandá
Doctor e innovador médico canadiense conocido por sus servicios en tiempos de guerra con la intervención de sus unidades médicas en la contienda española tras la sublevación franquista.
Su intervención resultó decisiva durante la masacre de la carretera Málaga-Almería, La Desbandá, cuando se desplazo desde Valencia hacia Málaga para socorrer a la población civil que estaba siendo masacrada durante su huida de la ciudad, que había sido tomada por los sublevados, hacia Almería.
Motrileños en los campos nazis
Cuando el ejército estadounidense entró el 5 de mayo de 1945 en el campo de exterminio de Mauthausen, las banderas republicanas habían sustituido a las esvásticas nazis y en la puerta principal colgaba una pancarta en la que decía “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras”. Fueron los españoles los que lograron resistir y ocultar las pruebas fotográficas que posteriormente lograrían incriminar a sus verdugos. En ese recinto del horror fueron asesinadas 100 mil personas, 7 mil de ellas prisioneros republicanos españoles, entregados por las autoridades francesas a los nazis.
En Mauthausen estuvieron confinados 21 presos de Motril, de los que solo sobrevivieron cuatro:
ANTÚNEZ MEDINA, Antonio
BENEGAS FERNÁNDEZ, Francisco
BERJA DOMÍNGUEZ, Manuel
BLANCO MORALES, Antonio
CASARES RODRÍGUEZ, Francisco
CASTRO MIGORANCE, José
CONSTÁN GUERRERO, José
ESTEBAN CARRASCOSA, Antonio
ESTEVEZ GUTIÉRREZ, Antonio
FERNÁNDEZ ORTEGA, Antonio
GIMÉNEZ ARILLA, Andrés
GONZÁLEZ LÓPEZ, José
GONZÁLEZ VILCHES, Antonio
LORENZO GUARDIA, Antonio
MANZANO MURILLO, Juan
MEDINA, Antonio
ORTIZ SANTIAGO, Francisco
PÉREZ GARCÍA, Salvador
RODRÍGUEZ DÍAZ, Antonio
SÁNCHEZ PÉREZ, Ramón
VALLECILLO SÁNCHEZ, Antonio
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