Un año después
del incendio que destruyó más de 2.000 hectáreas de la Sierra de Lújar, la asociación
Buxus denuncia el abandono que sufre la zona calcinada. La situación actual del
alcornocal es traumática.
Las escasas y
torrenciales lluvias del otoño y la primavera han dificultado los rebrotes y
erosionado el suelo y contra el criterio científico, se ha autorizado la saca
de madera y la apertura de pistas. La
administración se ha escudado en el carácter privado del monte para apenas
realizar actuaciones que han consistido básicamente en obras de contención de
arrastres en los cauces pero sin actuar sobre la masa forestal.
Por otro lado
se ha ignorado la fuerte movilización social que surgió tras la catástrofe. La
declaración de Parque Natural, que hubiese permitido hacer llegar los recursos
económicos que la recuperación del espacio destruido necesitaba, ni se ha
producido ni, al parecer, está en la agenda de los ayuntamientos ni de la
Consejería de Medio Ambiente.
La Asociación
Buxus reclama una intervención integral en la zona que pasa por una actuación
coordinada que obligatoriamente exige la consorciación del monte; la puesta en
marcha de un plan de dinamización sostenible que fomente la economía local y la
imprescindible protección del espacio a través de la figura de parque Natural.
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