15 de octubre de 2016, nuevamente nos encontramos en la Plaza de la Aurora para expresar la repulsa más absoluta hacia la violencia de género, hacia el terrorismo machista.
Desde el pasado jueves son ya 33 las mujeres que nos faltan este año, y 17 las criaturas que se han quedado sin madre.
Y es que la violencia de género no da tregua.
Y si la ausencia de Gobierno está dejando sin atender aspectos cruciales para la ciudadanía, la atención a la violencia de género es nula. Lo vimos en el tiempo dedicado a ello en los debates preelectorales y lo vemos cada vez que asesinan a una mujer y dejan huérfanos a sus hijos e hijas. A mediados de agosto, ya son 17 las criaturas sin madre por violencia de género, y las administraciones no tienen prevista ninguna actuación específica de sobrevivencia para ellos.
A estas criaturas, hasta el año pasado no les fue reconocida la condición de víctimas directas, pero cabe preguntarse, ¿quién se ocupa de estos huérfanos y huérfanas? La respuesta nos viene a la boca sin pararse mucho a pensar: los abuelos, son esos abuelos, ya mayores, quienes cuidan y sufragan los gastos de estas víctimas, quienes se ocupan de alimentarlos y también de formarlos, porque no hay prevista una pensión de orfandad si no hay cotización previa. Las madres asesinadas no cotizaban.
Los abuelos tienen que sumar al dolor de la pérdida el esfuerzo económico, pues pocas son las Comunidades Autónomas que prestan ayudan. (Por ello aquí merece nuestro especial agradecimiento y atención la “Fundación Mujeres” en cuyo seno se conceden las Becas Soledad Cazorla con una cuantía anual de 2000€).
“Si lo llamamos terrorismo machista es porque el Estado tiene una cierta responsabilidad en la falta de protección de estos niños y niñas y que, por más que les hayamos hecho reconocimiento de condición de víctima, que en la situación más extrema han perdido en el mismo día a su padre y a su madre, no hay gran cosa prevista en los poderes públicos para ayudar a estos niños y niñas. Por eso, también insistimos a los jueces en que hagan lo posible para mantener a los menores alejados de la violencia de género.”
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