Desde hace un año Izquierda Unida
viene reclamando a través de diferentes iniciativas el arreglo urgente de la
circunvalación ante el escandaloso deterioro de su estado de conservación. Sin
embargo, los responsables municipales siguen sin hacer nada, despreciando la
peligrosidad manifiesta que supone transitarla para los miles de ciudadanos que
diariamente utilizan esta importante vía de comunicación de nuestra ciudad.
Desde abril de 2016, IU viene
señalando el peligro para la seguridad vial que supone el deplorable estado de
conservación y abandono de la Ronda de Poniente, la circunvalación que conecta
los accesos a Motril con importantes núcleos de la ciudad, caso del hospital
comarcal: baches de grandes dimensiones, arcenes invadidos por la maleza,
quitamiedos deteriorados o en mal estado, inexistencia de iluminación y
múltiples deficiencias en la señalización vial, tal y como ha denunciado allí
mismo el concejal de IU Christian Linares.
Circulando por esta Ronda uno no
sabe si está en Motril, en Alepo o en un país en vías de desarrollo. Es así
como trabajan por la ciudad nuestros gobernantes, más preocupados en organizar
vendettas a los empleados públicos que en resolver los problemas reales de los
ciudadanos, ha manifestado el concejal de izquierdas.
El deterioro de esta vía es
evidente para propios y extraños, sobre todo para los motrileños y motrileñas
que lo sufren día a día, pero parece carecer de importancia para los
responsables municipales que dejan bien claro con su falta de actuaciones el
desprecio hacia las necesidades de la ciudad y de sus vecinos y cuáles son sus
principales prioridades. Flor Almón y su equipo prefieren seguir con sus
viajes, posando en confortables escenarios y despachos o recalificar el suelo
de la Vega de Motril para instalar grandes superficies comerciales, mientras la
ciudad va quedando abandonada a su suerte.
Motril sufre un estado de
abandono alarmante en todos los sentidos dos años después de la llegada al
gobierno municipal de Flor Almón y Escámez. A la ausencia de un proyecto de
modelo de ciudad consensuado con la ciudadanía, el equipo de gobierno ha sumado
la improvisación, la incompetencia o el aprovechamiento del cargo municipal
para el logro de intereses espurios.
Dos años después son diversos los
frentes judiciales, políticos y ciudadanos que el ayuntamiento de Motril tiene
abiertos como consecuencia de su forma de gestionar o de no hacerlo. Una
situación delicada que, sin lugar a dudas, tendrá consecuencias en la mitad
venidera del mandato de Almón y Escámez. Atentos.
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