Ayer fue agredido un operario de
barrido mientras realizaba labores de limpieza en las inmediaciones de Cuartel
de Simancas. Éste se vio obligado a abandonar la zona al ver peligrar su
integridad física. Según ha podido conocer este Comité de empresa, al parecer
esta zona llevaba varios días sin limpiarse, la suciedad se acumulaba y los
vecinos tras informar de la situación a algunos representantes políticos del
equipo de gobierno, se vieron obligados a realizar labores de limpieza.
Esta situación no es más que la
punta de un enorme iceberg que los trabajadores detectamos hace años, y que no
ha parado de crecer ante el inmovilismo de las últimas Corporaciones
Municipales.
Lo que ayer sucedió no es más que
el fruto del desmantelamiento de una empresa pública, que ha sido descapitalizada económica y humanamente,
desprestigiada y descalificada por la mayoría de la clase política motrileña. Y
por si fuera poco, crispando el ánimo la opinión pública, y utilizando la calidad del servicio que
prestamos, como un arma política con la
que atacar al equipo de gobierno de turno al objeto de obtener rentabilidades
políticas.
Los trabajadores de Limdeco
deseamos aclarar que limpiamos cuándo, dónde, y con los recursos que los
distintos Gobiernos Municipales ponen a nuestra disposición. Deseamos informar
a la ciudadanía que fruto de las políticas de recortes del Partido Popular, y el continuismo e
inacción del actual equipo de Gobierno, la plantilla se ha visto reducida en
más de un 30% (50 trabajadores menos) a la vez que se ha ampliado la superficie
a limpiar. No disponemos de maquinaria para realizar nuestro trabajo, y a todo
esto, se le suma un sistema de organización del servicio caprichoso organizado
telefónicamente desde los despachos políticos.
Evidentemente, y en estas
circunstancias, la calidad del servicio que prestamos, dista mucho de aquella
que ofrecía esta empresa al inicio de su fundación. Pero los responsables, no
podemos ser la plantilla.
Los trabajadores de Limdeco soñamos todos los
días con aquella empresa que era un referente en el sector, el servicio que
prestaba era galardonado con las más altas distinciones, y nosotros nos
sentíamos orgullosos de formar parte de un proyecto exitoso y en el que para
bien, todos la ciudadanía se sentía orgullosa del estado de limpieza de su
ciudad, y veían asombrados como
circulaban por sus calles baldeadoras, aspiradoras, motos para excrementos
caninos, o los camiones de recogida más modernos del país.
La plantilla deseamos despertar
de esta pesadilla interminable cuya última escena se vivió ayer con la agresión
injustificada de un compañero con una trayectoria en la empresa larga y
ejemplar. Exigimos a la clase política que abandone esta actitud cicatera, se
deje de poses y fotos anunciando planes que nunca se desarrollan, reconozcan
ante la ciudadanía la situación de
insostenibilidad en la que se encuentra este servicio, y se ponga el mono de
trabajo. Estamos convencidos de que
entre todos, podemos devolver a esta empresa pública la calidad del servicio
que merecen los motrileños.
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