13/2/18

La Federación Andaluza de Campings decepcionada ante el nuevo decreto de campamentos de turismo aprobado por la Junta de Andalucía





El sector entiende roto el consenso y anuncia acciones que puedan reconducir la situación ante el resultado fallido y perjudicial para sus intereses, con que la Junta ha finalizado la negociación de la norma.

Tras más de un año de intensas negociaciones, trámites administrativos en ocasiones ciertamente accidentados y, reuniones y encuentros para alcanzar un consenso sobre la nueva regulación de los campings y las áreas de pernoctación de autocaravanas, con el fin de consensuar una norma equilibrada respecto del nivel de exigencias entre los tradicionales actores y los nuevos agentes, que permitiera diseñar un modelo actual y competitivo ante los nuevos retos del mercado, nada hacía presagiar al sector el desafortunado desenlace y el resultado final de una norma de vital importancia para este.

Desde el comienzo de la tramitación de la nueva norma el sector ha sabido entender los posicionamientos que para la Administración turística se consideraban imprescindibles abordar, sin que a tenor del texto aprobado, se haya sabido entender por parte de la Consejería de Turismo, las necesidades y reivindicaciones planteadas desde el inicio por este sector, uno de los más importantes del conjunto de la oferta turística de Andalucía. Así, se han apartado sin explicación alguna al respecto y en el último momento, asuntos relevantes que legítimamente demandábamos desde la perspectiva del interés general inherente a la intervención de la seguridad pública, la protección de las personas usuarias de los servicios turísticos y la protección del medio ambiente y urbano.  

Estas razones se han plasmado en las demandas de nuestro sector relativas al periodo de ocupación máxima en las áreas creadas para atender al denominado “turismo itinerante”, en la limitación de los periodos máximos de ocupación en los campings, en la necesidad de definir los conceptos básicos que permitan actuar contra la acampada ilegal como es el propio concepto de acampada, o la inclusión, atendiendo a un interés en mejorar la calidad del destino, de elementos dirigidos a incrementar las exigencias en los servicios de los campings de difícil y en ocasiones imposible ejecución, asimilando para ello normativa de otros segmentos absolutamente distintos y que nada tienen que ver con esta oferta tan singular.


Entrando de lleno en estos asuntos, es necesario señalar que uno de los elementos fundamentales ha sido la regulación de las Áreas de Pernocta de Auto-caravanas planteada por la Administración, cuya naturaleza y singularidad desde un comienzo ha estado marcada por las notas de ser “En Transito” e “Itinerante”. Se entendió como una nueva figura diferenciada de los Campings tradicionales con unos servicios mínimos básicos y una estancia limitada dada sus peculiaridades, que no eran otras que “permitir la acogida y pernocta de estos vehículos en tránsito a los efectos de permitir el descanso en su itinerario” (y citamos el expositivo de la propia norma).

Habida cuenta de lo anterior, se planteó una limitación temporal más que justificada por su naturaleza y de conformidad con la práctica totalidad de la normativa autonómica de campamentos de turismo aprobada por las distintas Comunidades Autónomas. Pues bien, cuando en el sector creía dar por consensuada esta nueva modalidad y sus limitaciones especiales, la Administración ha dado un giro inesperado al aprobar una norma regulatoria que no atiende a las especificidades de la figura que pretende regular ni a las necesidades de los usuarios de caravanas y autocaravanas, toda vez que fomenta la creación de una oferta turística de muy bajo nivel y calidad en servicios atentado frontalmente con el fin de mejorar la calidad de nuestro destino turístico.

Sumado a todo esto, en otro giro inesperado y en contraposición a la flexibilidad manifiesta ante esta nueva figura, se viene a limitar la estancia máxima que cualquier cliente puede alojarse en un camping tradicional, fijando esta en seis meses en el cómputo de un año, lo que sin lugar a duda viene a poner el freno y a dificultar el trabajo que desde el sector se viene realizando desde hace años por mejorar y paliar la estacionalidad en nuestro destino y que sin duda estaba empezando a dar sus frutos.

Añadido a todo esto y sin atender a las reivindicaciones planteadas por el sector en el transcurso de la negociación iniciado como hemos dicho hace más de un año, de manera sorpresiva no se ha recogido y plasmado en el texto de la norma, un concepto esencial y de vital importancia para luchar contra la ocupación indiscriminada e impune de nuestros espacios naturales, playas, etc. a través de la acampada libre como es la definición de acampada o pernocta, por cuanto que no la define con exactitud, dejando escapar la oportunidad de regular de forma segura un hecho que supone un grave riesgo para la seguridad, el medio ambiente y que afecta gravemente a la imagen de nuestro destino.

En definitiva, desde la patronal andaluza se ponen en duda que se puedan cumplir los objetivos que persigue la norma en materia de calidad del destino turístico, del empleo y del tejido empresarial, por cuanto que su aplicación puede producir una precarización de los campamentos en Andalucía, y una falta de competitividad de estos frente a los establecidos en otras comunidades autónomas. Ante esta situación la Federación Andaluza de Campings, no puede avalar la nueva regulación, y por tanto desde esta, se han iniciado una serie de contactos institucionales, al objeto de poder trasladar la alarmante preocupación del sector, así como la apertura de cuantas vías y acciones fueran necesarias para restaurar el consenso que inicialmente parecía haberse alcanzado con este y los agentes sociales, en la intención de dotar al conjunto de la oferta de campings un escenario normativo acorde a las necesidades tanto de los usuarios como de los empresarios.

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