En noviembre de 2022, el IPC ha subido un 0,1% en Granada, mientras que subió un 0,1% en noviembre del año pasado. Los grupos de bienes y servicios que han bajado respecto al mes pasado han sido Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-4,2) y Ocio y Cultura (-0,6), mientras que donde más ha subido el precio ha sido en Vestido y calzado (3,8) y Bebidas alcohólicas y tabaco (2,5). Respecto a la variación de los últimos doce meses, el IPC se sitúa en Granada en el 7,5%, mientras que para el mismo periodo, pero en 2021, se quedó en el 5,3%. Destaca la subida de precios en Alimentos y bebidas no alcohólicas (17,6), y Transporte (9,4), mientras que ha bajado el precio de Comunicaciones (-1,9). Por otra parte, en lo que llevamos de año, los precios han ascendido un 6,2% (mientras que en el mismo periodo del año pasado ascendieron un 5,1%) siendo los productos que más se han abaratado Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-6,2) y Comunicaciones (-1,9), y los que más han subido sus precios Alimentos y bebidas no alcohólicas (16,5) y Transporte (10,2).
Juan Fco. Martín, Secretario General de UGT Granada, señala que destaca el descenso de los precios de este mes en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, lo que en su opinión se debe principalmente al comportamiento del precio de la electricidad observado a partir de agosto, que se ha reducido a raíz de la introducción de medidas para topar el precio del gas y rebajar la factura eléctrica. Una política que, si bien podría haber ido más lejos a su juicio, sí que está poniendo en valor la eficacia de establecer mecanismos de control sobre el precio de productos y servicios básicos, reduciendo su influencia sobre el alza de los precios a la par que mejorando su accesibilidad por parte de toda la población trabajadora.
No obstante, el representante de UGT denuncia que este abaratamiento de los productos energéticos aún no se ha trasladado al precio del resto de productos de la cesta de la compra, Así, denuncia el ugetista, las empresas, que no tardaron en transferir al consumidor sus crecientes costes de producción cuando se dispararon los precios del gas, continúan aprovechando la situación manteniendo los precios elevados a pesar de que el coste de la materia prima energética se haya reducido.
Por ello, Martín considera que el Gobierno debe actuar regulando y penalizando la dinámica especulativa de estas grandes empresas que acumulan ingentes cantidades de beneficios a costa del presupuesto de los hogares. Además, la patronal debe tener altura de miras y comprometerse a alcanzar un acuerdo global que reparta de manera justa los costes de la inflación, moderando la acumulación de beneficios y estableciendo subidas salariales que no atenten contra la capacidad adquisitiva de la población trabajadora.
No hay que olvidar, señala el representante sindical, que la actividad productiva de las empresas depende de la capacidad de consumo de las familias, por lo que continuar ahogando su presupuesto ralentizará el consumo, que puede acabar por generar también una paralización del crecimiento económico y de la creación de empleo. Este prolongado ciclo inflacionista continúa perjudicando la capacidad de compra de nuestros salarios y generando enormes problemas en términos de porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social.
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