Pedro Álvarez, exalcalde de Motril entre 2004 y 2007 y figura destacada del municipalismo granadino, ha fallecido este sábado a los 72 años. Con más de tres décadas dedicadas al servicio público, Álvarez dejó una huella significativa tanto en la administración local como en la comarcal y autonómica.
Funcionario del Ayuntamiento de Motril desde 1979, desarrolló una dilatada trayectoria técnica en el consistorio antes de asumir responsabilidades políticas de mayor alcance. Entre 1996 y 2002 fue delegado provincial de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, gestionando asuntos clave de financiación y coordinación territorial en la provincia de Granada.
Su papel en la política comarcal también fue relevante: Álvarez ejerció como presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, cargo desde el que impulsó proyectos de cooperación supramunicipal, mejoras en infraestructuras hidráulicas y de servicios, así como la coordinación entre ayuntamientos en ámbitos turísticos, medioambientales y de gestión del litoral.
En 2004, accedió a la Alcaldía de Motril tras una moción de censura apoyada por el PSOE y otras fuerzas del pleno. Durante su mandato municipal desarrolló actuaciones que marcaron el urbanismo y la planificación motrileña de principios de los 2000: intervenciones en Varadero, mejoras en la Ronda de Levante, reorganización de viales principales, así como el impulso de proyectos en Playa Granada y diversas infraestructuras públicas. También impulsó la modernización de espacios municipales y la puesta en valor de nuevos equipamientos urbanos.
Su etapa al frente del Ayuntamiento se caracterizó por el esfuerzo de actualización administrativa y por la gestión de un periodo político complejo, con fuertes tensiones entre bloques municipales. Tras las elecciones de 2007 dejó la Alcaldía y regresó a su labor profesional en la administración, manteniendo posteriormente un perfil discreto.
La noticia de su fallecimiento ha suscitado numerosas muestras de afecto y reconocimiento en Motril y en la Costa Tropical, especialmente entre antiguos cargos públicos, trabajadores municipales y representantes institucionales, que han destacado su capacidad de gestión, su conocimiento profundo de la realidad local y comarcal, y su compromiso con el servicio público.
Funcionario del Ayuntamiento de Motril desde 1979, desarrolló una dilatada trayectoria técnica en el consistorio antes de asumir responsabilidades políticas de mayor alcance. Entre 1996 y 2002 fue delegado provincial de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, gestionando asuntos clave de financiación y coordinación territorial en la provincia de Granada.
Su papel en la política comarcal también fue relevante: Álvarez ejerció como presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, cargo desde el que impulsó proyectos de cooperación supramunicipal, mejoras en infraestructuras hidráulicas y de servicios, así como la coordinación entre ayuntamientos en ámbitos turísticos, medioambientales y de gestión del litoral.
En 2004, accedió a la Alcaldía de Motril tras una moción de censura apoyada por el PSOE y otras fuerzas del pleno. Durante su mandato municipal desarrolló actuaciones que marcaron el urbanismo y la planificación motrileña de principios de los 2000: intervenciones en Varadero, mejoras en la Ronda de Levante, reorganización de viales principales, así como el impulso de proyectos en Playa Granada y diversas infraestructuras públicas. También impulsó la modernización de espacios municipales y la puesta en valor de nuevos equipamientos urbanos.
Su etapa al frente del Ayuntamiento se caracterizó por el esfuerzo de actualización administrativa y por la gestión de un periodo político complejo, con fuertes tensiones entre bloques municipales. Tras las elecciones de 2007 dejó la Alcaldía y regresó a su labor profesional en la administración, manteniendo posteriormente un perfil discreto.
La noticia de su fallecimiento ha suscitado numerosas muestras de afecto y reconocimiento en Motril y en la Costa Tropical, especialmente entre antiguos cargos públicos, trabajadores municipales y representantes institucionales, que han destacado su capacidad de gestión, su conocimiento profundo de la realidad local y comarcal, y su compromiso con el servicio público.
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