Solicita al equipo de gobierno que informe
públicamente de los objetivos concretos, de los resultados reales esperados y del
coste que ha supuesto para las arcas municipales la visita a Bruselas de una
delegación de 15 personas con una amplia representación municipal.
La alcaldesa, Flor Almón, y el
primer Teniente de alcalde, Antonio Escámez, encabezan dicha delegación que se
desplazó a Bruselas el pasado lunes y que permanecerá en la capital europea
hasta el miércoles “para dar a conocer los retos y potencialidades del sector
agrícola de Motril”.
La desidia del gobierno del
partido socialista, con la complicidad del PA, para atender y ocuparse de los
problemas reales de la ciudad y de sus vecinos y vecinas contrasta con la
vocación viajera de la alcaldesa de Motril, con sus prolongadas ausencias y con
su interés por la alta política, europea en este caso.
Izquierda Unida denuncia que,
tres años después de su llegada al gobierno de la ciudad, el partido socialista
sigue sin hacer sus deberes: ha sido incapaz de elaborar, acordar y sacar
adelante unos presupuestos municipales que permitan definir un modelo de ciudad
que dé respuesta a las necesidades reales de los motrileños y motrileñas, sobre
todo a las de las más desfavorecidas. Pero, parece sentirse cómodo y a gusto
con los presupuestos aprobados en 2015 por la derecha motrileña.
Ni siquiera ha cumplido con
diferentes acuerdos plenarios, precisamente aquellos que tienen un contenido
más social, como es el caso de la modificación de las ordenanzas fiscales para
aplicar medidas de apoyo al pequeño comercio, para eximir a los parados y
paradas del pago de tasas por acceso a empleo municipal o para incrementar la
tasa de ocupación de la vía pública por parte de los cajeros de los bancos para
destinar esos ingresos a becas educativas para los estudiantes de Motril.
A pesar de ello, su
despreocupación y su desidia les permite ocupar un lugar de honor dentro de la
categoría de los “motrileños viajeros”.
Izquierda Unida rechaza frontalmente
este modo de hacer política que comparten tanto el PP como el PSOE, y entiende
que el partido socialista ha dejado suficientemente claras sus señas de
identidad con su gestión en Motril durante estos tres últimos años.
Frente a un mandato agotado y una
actividad política residual en el Ayuntamiento de Motril, Izquierda Unida va a
trabajar, a través de las movilizaciones ciudadanas, para conformar un amplio
bloque social progresista, de izquierda, que pueda ser una alternativa política
a los partidos instalados en el poder. Gobernando para la gente, contando con
la activa participación ciudadana y arbitrando medidas que contribuyan a la
regeneración democrática de la política municipal que, entre unos y otros, han
corrompido a lo largo de los últimos años.
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