COAG denuncia que la fruta sustraída suele terminar en los puntos de venta ambulantes ilegales situados en carreteras, por lo que solicita a la Subdelegación del Gobierno que intensifique la vigilancia policial en las zonas productoras y un mayor control sobre estos puntos de venta donde la fruta se comercializa sin ningún tipo de garantía sanitaria
La organización agraria COAG solicita a la Subdelegación del Gobierno más vigilancia policial en las zonas agrícolas de subtropicales de la Costa ya que esta organización agraria ha tenido conocimiento por parte de varios agricultores afectados del robo de unos 3000 kilos de chirimoya en tres fincas del municipio de Motril. Aunque la campaña está terminando en la mayoría de municipios productores de la Costa, los agricultores afectados empleaban en su explotación una técnica experimental que permitía alargar el ciclo del cultivo por lo que los robos se han producido cuando la fruta estaba madura y a pocos días de comenzar la recolección. COAG advierte que los robos en las fincas son muy frecuentes y más ahora, que coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, la chirimoya ha incrementado su precio en los mercados hasta los 2,5 euros/kilo.
“Los agricultores están cansados de sacar a delante una cosecha, durante muchos meses y con unos costes de producción muy elevados, sobre todo en este tipo de cultivos experimentales, para que en el momento de recoger los frutos se vean sin producción y teniendo que afrontar el pago de todas las inversiones realizadas para sacar adelante una producción con gran calidad y cumpliendo todas las normas sanitarias”, ha lamentado el secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer Montoro, quien solicita “una mayor vigilancia por parte de las autoridades competentes y que se adopten las medidas oportunas para evitar los continuos robos que sufren los agricultores cuando el fruto está maduro y óptimo para su recolección”.
COAG denuncia que, en la mayoría de las ocasiones, los frutos robados son comercializados en los puntos de venta ambulantes ilegales de las carreteras y caminos rurales de la Costa. Esta organización agraria solicita a la Subdelegación del Gobierno un mayor control de estos puntos de venta en los que no se garantizan los requisitos básicos de calidad, manipulado y certificación de la fruta. COAG subraya que cualquier producto agrario debe llegar al consumidor a través de canales de comercialización que garanticen la seguridad alimentaria y por ello, hace un llamamiento a los consumidores para que no adquieran ningún producto en los puntos de venta ambulantes.
COAG recomienda a los agricultores que denuncien los robos para garantizar la intervención de las autoridades competentes porque estos delitos están causando cuantiosas pérdidas económicas en las explotaciones de la Costa y un grave perjuicio para un sector agrario referente y primordial para la economía agraria de la comarca.
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