6/7/06

El cien por cien de las embarazadas tiene al menos un tipo de pesticida en la placenta, según un estudio de la UGR



Una tesis realizada en el departamento de Radiología y Medicina Física revela una presencia media de ocho sustancias contaminantes organocloradas en el organismo de las féminas en estado, ingeridas a través de la comida, el agua y el aire
Estos productos químicos pueden provocar malformaciones en el aparato genitourinario del feto, como criptorquidismo e hipospadias


La mano del hombre es responsable directa de las más de 110.000 sustancias químicas que se han generado desde la Revolución Industrial. Cada año, ‘inventamos’ más de 2.000 sustancias nuevas, la mayoría de ellas de carácter contaminante, que se emiten al medio ambiente y se encuentran, por tanto, en la comida, el aire, el suelo o el agua. Pero el ser humano es víctima de sus propias creaciones, y de manera involuntaria (es lo que en Ciencia se denomina ‘exposición inadvertida’), introduce a diario en su organismo muchas de estas sustancias contaminantes, que nuestro cuerpo no es capaz de asimilar y acumula en la parte grasa de los tejidos.
Especialmente preocupante resulta este fenómeno en las mujeres embarazadas, ya que durante el proceso de gestación los contaminantes almacenados en el organismo tienen acceso al microambiente en el que se resuelve la maduración del embrión/feto. La tesis doctoral “Exposición materno-infantil vía placentaria a compuestos químicos medioambientales con actividad hormonal”, realizada por María José López Espinosa, del departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada, analiza la presencia de pesticidas organoclorados –utilizados habitualmente como pesticidas- en el cuerpo de las mujeres en estado. Su análisis, llevado a cabo sobre 308 mujeres que entre los años 2000 y 2002 dieron a luz niños varones sanos en el Hospital Universitario San Cecilio de Granada, arroja datos alarmantes: el 100 por 100 de las mujeres embarazadas tiene, al menos, un pesticida en su placenta, si bien la media se establece en ocho clases distintas de estas sustancias químicas.

Madres con quince pesticidas

Durante su estudio, López estudió la presencia de 17 pesticidas organoclorados disruptores endocrinos (es decir, que interfieren en el funcionamiento del sistema hormonal) mediante el análisis de la placenta. Así, los pesticidas identificados con mayor frecuencia en el tejido placentario fueron DDE (92.7%) lindano (74.8%), endosulfán-diol (62.1%) y endosulfán-I (54.2%) siendo endosulfán diol el pesticida encontrado en concentraciones más altas, con un valor medio de 4.15 nanogramos por gramo de placenta, que corresponde a 156.73 ng/g lípido. Sorprendentemente, la investigadora de la UGR encontró pacientes que presentaban 15 de los 17 pesticidas analizados en su placenta.
Para la realización de este trabajo, se recogieron muestras de un total de 668 madres. El estudio fue aprobado por el Comité Ético del Hospital Universitario San Cecilio, y se informó a todas las mujeres, que firmaron un consentimiento expreso, de los objetivos del estudio. Gracias a la participación de ginecólogos y matronas del hospital, se recogieron muestras biológicas de sangre de madre, cordón y placenta en el momento del parto.
Al día siguiente, se realizó un cuestionario epidemiológico por encuestadores entrenados para ello, en el que se incluía información sobre la madre y el padre, el lugar de residencia, ocupación, medicación, características antropométricas, edad, hábito tabáquico, estilo de vida y dieta durante el embarazo, entre otras.
El trabajo realizado en la UGR ha permitido investigar la asociación entre las características maternas, paternas, del recién nacido y del parto con la exposición a pesticidas encontrada en la placenta de la madre. Algunos factores asociados con una mayor presencia de pesticidas disruptores en la placenta resultaron ser una mayor edad de la madre, un mayor índice de masa corporal antes del embarazo, una menor ganancia de peso durante el embarazo, un menor nivel educativo, una mayor exposición laboral, la primiparidad y un menor peso del niño.

“Efectos importantes en el bebé”

Según María José López, las consecuencias sobre el desarrollo del niño de la exposición a pesticidas disruptores “no son bien conocidas, pero dado que la exposición placentaria ocurre en momentos críticos del desarrollo embrionario y fetal se pueden prever efectos importantes sobre el recién nacido”.
El grupo de investigación al que pertenece López, dirigido por el profesor Nicolás Olea Serrano, ha elaborado varios estudios que relacionan la exposición a pesticidas con malformaciones neonatales del aparato genitourinario, como criptorquidismo (testículos no descendidos) e hipospadias (fusión incompleta de los pliegues uretrales).
La investigadora granadina destaca que, pese a la ‘exposición inadvertida’, “es posible controlar la ingesta de pesticidas con una correcta alimentación, basada en una dieta sana y equilibrada, mediante el consumo de alimentos en los que se hayan empleado menos sustancias químicas. Además, hacer ejercicio de forma habitual y no fumar (ya que también podría ser una fuente de exposición inadvertida) ayudan a controlar la presencia de pesticidas en el organismo”.
El trabajo de la investigadora granadina se encuadra dentro de los objetivos planteados en el proyecto de investigación ‘Increasing incidence of human male reproductive health disorders in relation to environmental effects on growth-and sex steroid-induced alterations in programed development’ (Environmental Reproductive Health), dirigido y llevado a cabo por un grupo multidisciplinar de clínicos, investigadores básicos y epidemiólogos de distintas instituciones de países como Dinamarca, Finlandia o Inglaterra, financiados por la Unión Europea (QLK4-1999-01422).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dónde vamos a parar.