Los horarios de trabajo de los españoles, únicos en Europa que tienen una pausa para la comida de más de dos horas, atentan contra la competitividad y la calidad de vida, ha denunciado un grupo de expertos, para quienes España debe adaptarse con urgencia a los horarios laborales europeos.
Según un informe publicado el lunes por la Fundación Independiente, España se encuentra a la cabeza de los (países europeos) de menos productividad, algo debido a que "se confunde estar en el lugar del trabajo y estar trabajando", con lo cual "se pierden muchas horas". España necesita "una revolución en materia de horarios de trabajo", consideró Ignacio Buqueras, presidente de esta institución liberal que aboga por una jornada de trabajo 'a la europea': es decir, continuada y que termine a las 6 de la tarde.
La jornada de trabajo media en España empieza hacia las 8 de la mañana y termina hacia las 8 de la tarde, pero está cortada por una pausa de dos a tres horas a partir de las 14h, durante la cual queda virtualmente paralizada la actividad económica. "Los españoles somos los europeos que dormimos menos y las consecuencias son estrés y accidentes de circulación, de trabajo y domésticos", afirmó Buqueras, cuyas investigaciones se han realizado en colaboración con expertos universitarios, sindicatos y varios ministerios.
La fundación sostiene que las mujeres son "las grandes víctimas" de este modo de vida, que lleva también perjuicios a los niños, condenados a pasar largas horas solos en sus casas, viendo la televisión y navegando por Internet sin la supervisión de sus mayores. "La escala de prioridades está confundida, muchos niños están solos en sus casas varias horas al día", advirtió Buqueras, quien recordó que los españoles seguían el mismo horario que el resto de los europeos hasta los años 30, "cuando tuvieron que pluriemplearse en los años de escasez de la preguerra y posguerra, lo que hizo que se prolongaran sus horarios".
Según un informe publicado el lunes por la Fundación Independiente, España se encuentra a la cabeza de los (países europeos) de menos productividad, algo debido a que "se confunde estar en el lugar del trabajo y estar trabajando", con lo cual "se pierden muchas horas". España necesita "una revolución en materia de horarios de trabajo", consideró Ignacio Buqueras, presidente de esta institución liberal que aboga por una jornada de trabajo 'a la europea': es decir, continuada y que termine a las 6 de la tarde.
La jornada de trabajo media en España empieza hacia las 8 de la mañana y termina hacia las 8 de la tarde, pero está cortada por una pausa de dos a tres horas a partir de las 14h, durante la cual queda virtualmente paralizada la actividad económica. "Los españoles somos los europeos que dormimos menos y las consecuencias son estrés y accidentes de circulación, de trabajo y domésticos", afirmó Buqueras, cuyas investigaciones se han realizado en colaboración con expertos universitarios, sindicatos y varios ministerios.
La fundación sostiene que las mujeres son "las grandes víctimas" de este modo de vida, que lleva también perjuicios a los niños, condenados a pasar largas horas solos en sus casas, viendo la televisión y navegando por Internet sin la supervisión de sus mayores. "La escala de prioridades está confundida, muchos niños están solos en sus casas varias horas al día", advirtió Buqueras, quien recordó que los españoles seguían el mismo horario que el resto de los europeos hasta los años 30, "cuando tuvieron que pluriemplearse en los años de escasez de la preguerra y posguerra, lo que hizo que se prolongaran sus horarios".
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