La reforma de la OCM del azúcar puede provocar el cierre de la última cooperativa dedicada a la caña de azúcar existente en el litoral granadino, si finalmente se implanta la reforma defendida por la Comisión Europea que "beneficia a las grandes empresas" y a los principales países exportadores, según afirmó hoy el gerente de la cooperativa 'Productores de Caña de Azúcar y Remolacha del litoral granadino', Alejandro Espinosa.
El gerente de la citada cooperativa, empresa asociada a la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (FAECA-Granada), explicó que "la reforma anunciada es la puntilla que nos faltaba para acelerar el proceso de desaparición, pues la explotación de caña de azúcar y remolacha era ya un tema en recesión".
Así, el borrador de la reforma a la que aún le restan las negociaciones que se deberán celebrar en octubre contempla "la reducción paulatina de los precios y el descenso de las cuotas de producción". En este sentido, Espinosa apuntó que este último aspecto supone "finiquitar el principio de solidaridad entre los países miembros de la UE, a lo que ayuda también la posibilidad recogida en el documento de trasvasar cuotas de producción de un país a otro".
La cooperativa situada en Motril está dedicada exclusivamente a la producción de azúcar blanca y morena y de otros productos derivados de la caña de azúcar y la remolacha como melasas, alcoholes y mieles, por lo que es "la única con dichas características de las que queda en Europa", puntualizó su gerente.
En Andalucía, el sector del azúcar genera un volumen económico de 320 millones de euros, y de él dependen más de 7.000 agricultores, 700.000 jornales en el campo, 2.300 empleos directos en las industrias y 4.000 indirectos. En Motril, según Espinosa, "sólo quedamos dos trabajadores que hacemos diariamente una jornada de ocho horas".
Los costes de producción son muy altos por lo que desde la cooperativa se aseguró que "dejarán de tener beneficios si les pagan una tonelada a 20 euros". De las 1.000 hectáreas dedicadas a la remolacha y la caña de azúcar se ha pasado a las 350 actuales, explicó Espinosa, que apuntó, además, "eso ha provocado la reducción de la cantidad molturada", que en la última campaña se fue de 30.000 toneladas, lejos de las 120.000 del año 1999.
Los responsables de la cooperativa apuntaron que "el cierre de la fábrica es la crónica de una muerte anunciada", más si ganan en el seno de la OCM los partidarios de suprimir las "ayudas acopladas y conservar las desacopladas, es decir, el triunfo del libre mercado".
Así, solicitaron la participación de las administraciones en un proceso de reconversión que "será a todas luces largo y costoso" y en el que la mejora de las infraestructuras "es un asunto vital".
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