‘Mujeres y turismo: contribución económica y roles de género. El caso de Santiago de Cuba’ es el título del estudio desarrollado por Ana Alcázar Campos, investigadora del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada, y que se centra en la situación actual de la población femenina cubana. La antropóloga, miembro del grupo ‘Otras. Perspectivas feministas en investigación social’ –que dirige la profesora Carmen Gregorio Gil- ha pretendido analizar la contribución de las mujeres a la economía y a la sociedad cubana, el sistema de género predominante en la isla y desentrañar la complejidad económica, política y social que está presente en todas las acciones cotidianas.
Su investigación se ha centrado fundamentalmente en Santiago de Cuba, y contempla las transformaciones económicas ocurridas desde los años noventa y sus efectos en la vida cotidiana. Alcázar Campos considera que, pese a lo que pudiera parecer, el día a día de la población cubana no ha mejorado en la línea prevista en las últimas décadas, en especial en el caso de las mujeres, sobre las que descansa el cuidado de la familia.
En el contexto cubano se consideraba que la emancipación de la mujer sería el resultado de su independencia económica y de la socialización de las tareas domésticas con la creación de servicios especiales de apoyo a las tareas de cuidado y
la superación del sistema de clases. Es decir: la superioridad del hombre sobre la mujer se deriva de su posición en la división del trabajo. En esta investigación se partió desde una premisa justamente contraria: la desigualdad entre hombres y mujeres es el hecho que estructura la división del trabajo, ya que sigue sin cuestionarse el papel principal del salario masculino en la familia y la titularidad femenina en las obligaciones domésticas y educación de los hijos.
Trabajo de campo
La investigación se sustenta principalmente en técnicas etnográficas, con la realización de 50 entrevistas biográficas a mujeres que tienen acceso a la divisa (el peso convertible cubano, que funciona como el dólar en el interior del país), así como un trabajo de observación en distintos espacios de interacción con el turismo en la ciudad de Santiago de Cuba.
El trabajo de Ana Alcázar, que aún no ha finalizado, tendrá en cuenta las razones por las que mujeres se insertan en los sectores emergentes de la economía cubana, que han buscado trabajo en este sector de forma voluntaria y otras que han llegado a él a partir de procesos de perfeccionamiento llevados a cabo por el Estado en diversas empresas. También se mostrarán algunas valoraciones que las propias mujeres hacen de su trabajo, y cómo lo comparan con empleos anteriores. Por último, se analizará cómo hacen las mujeres para compaginar la vida laboral con la familiar en un país donde es habitual la convivencia de varias generaciones bajo un mismo techo.
Lo que más valoran las mujeres cubanas que gozan de un puesto de trabajo en el turismo es el acceso a una moneda “fuerte”; al ser preguntadas por la ventaja de trabajar directamente con turistas, la mayoría destaca la idea de “estar en contacto con el exterior”. Ana Alcázar destaca el interés de las mujeres por formar parte del mercado laboral, ya que “estar vinculadas” a él de alguna manera resulta fundamental a nivel social, algo que las motiva a trabajar desde muy temprana edad.
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