El Cine Club Universitario de la UGR dedica su ciclo temático de proyecciones del mes de noviembre a la figura del realizador neoyorquino recientemente fallecido Richard Fleischer, uno de los máximos representantes del cine de animación y uno de los primeros directores en utilizar el Cinemascope en sus creaciones.
Durante todas las semanas del mes, se proyectarán en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias, en el horario habitual (21,30 h.), las siguientes películas:
- Viernes, 3 (Día del Cine Club): Sábado trágico (1955). V.O.S.E.
- Martes, 7: Viaje alucinante (1966). V.O.S.E.
- Viernes, 10: Cuando el destino nos alcance (1973). V.O.S.E.
- Martes, 14: Fuga sin fin (1971). V.O.S.E.
- Viernes, 17: Los vikingos (1958). V.O.S.E.
- Martes, 21: Impulso criminal (1959). V.O.S.E.
- Viernes, 24: El estrangulador de Boston (1968). V.O.S.E.
- Martes, 28: El estrangulador de Rillington Place (1970). V.O.S.E.
El color como elemento dramático
Richard Fleischer nació en Brooklyn, Nueva York (EE.UU.), el 8 de diciembre de 1916. Hijo de uno de los maestros del cine de animación, Max Fleischer, sobrino de otros dos magos del cartoon, Dave y Charlie Fleischer, el director de Los vikingos no se dejó seducir por la técnica que daba vida a Betty Boop, Popeye y el payaso Koko, tres de las creaciones de los estudios Fleischer.
En el verano de 1941, y en su último año en la escuela de arte dramático de Yale, fundó la compañía teatral The Players, de la que fue productor, director y actor. Éste es el momento en que fue descubierto por un cazatalentos de los estudios RKO.
Los inicios de Fleischer fueron similares a los de Anthony Mann, que también dirigió un buen número de policíacos de serie B. De los ocho thrillers iniciales de Fleischer destaca el último, The Narrow Margin, título decisivo para su despegue creativo y profesional y punto final a su contrato con la RKO.
Tras rodar Trapped (1949), trabajar para el productor independiente Stanley Kramer en Así es Nueva York (1948) y el semi musical The Happy Time (1952), y probar fortuna con la 3 D en Arena, es contratado por el mismísimo Walt Disney para que dirija Veinte mil leguas de viaje submarino (1954), su primera producción de prestigio y, sobre todo, su primera experiencia con el Cinemascope, el que será su mejor medio de expresión durante años.
Fleischer creyó firmemente en las posibilidades dramáticas e ideológicas del cine y en sus recursos técnicos. El color es una de sus unidades de estilo: el tono sombrío, descarnado, neurótico de algunas de sus obras más representativas viene presidido siempre por su uso de los colores terrosos y sus iluminaciones a ras de suelo, como si quisiera trascender físicamente el polvo de las minas y las canteras, la tierra reseca de los desiertos, la arena de los rodeos o la del circo de los gladiadores.
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