El objetivo del proyecto, que coordina la profesora Ana María Lara Porras, del departamento de Estadística e Investigación Operativa, es el estudio de la asimetría de las hojas. Se trata de observar si situaciones de falta de nutrientes, sequía, herbivoría, etc. (denominadas situaciones de estrés), afectan o no a dicha simetría.
El primer paso que darán los alumnos que trabajan en el proyecto de innovación docente titulado “Tengo unos datos, ¿qué puedo hacer?” es su encuentro con un conjunto de datos reales, que no son otros que una serie de mediciones sobre las hojas de encina en la provincia de Granada.
Así, se dispone de distintas medidas de las hojas (longitud, anchura izquierda, anchura derecha), realizadas en distintas partes de los árboles (canopi: Copa de los árboles y sprouts: rebrotes, hojas nuevas que salen desde la parte inferior de la planta), de diferentes zonas de la provincia de Granada y a lo largo de tres años consecutivos.
El objetivo del proyecto, que coordina la profesora Ana María Lara Porras, del departamento de Estadística e Investigación Operativa, es el estudio de la asimetría de las hojas. La asimetría se define en función de la anchura izquierda, derecha y total, y será el principal objeto de interés de este proyecto. Se trata de observar si situaciones de falta de nutrientes, sequía, herbivoría, etc (denominadas situaciones de estrés), afectan o no a dicha simetría. Las hipótesis de que parte el departamento de ecología es de que sí se producen modificaciones en la simetría de las hojas. “El objetivo de nuestro curso --dicen los responsables del proyecto-- es que los alumnos lleguen a confirmar o negar esta hipótesis aplicando para ello toda la herramienta estadística necesaria”.
En el proyecto participan profesores de distintos departamentos y disciplinas. Junto a la coordinadora, Ana María Lara Porras, del departamento de Estadística e Investigación Operativa, figuran, del mismo departamento, los también profesores Yolanda Román Montoya, Julia García Leal, José Manuel Quesada Rubio, Eva Ramos Ábalos, María José del Moral Ávila, Juan José Serrano Pérez, e Ismael Sánchez Borrego; José Antonio Tarifa Blanco, ingeniero Informático; Francisca Gutiérrez Díaz, licenciada en Matemáticas y Ciencias y Técnicas Estadísticas; Pablo Jiménez Lara, ingeniero en Telecomunicaciones; Rocío Marín Cantero, licenciada en Física; Juan Miguel Tapia García, doctor en Matemáticas; Antonio Martínez Sánchez; licenciado en Psicopedagogía; David Salado Hervás; licenciada en Matemáticas; e Isabel María López Sánchez, licenciada en Ciencias Ambientales.
Alumnos de Ciencias Ambientales
“Nuestra propuesta de metodología --afirman los autores del proyecto-- se ha centrado en la Licenciatura de Ciencias Ambientales, formada por alumnos que han cursado Matemáticas pero que en su gran mayoría no han estudiado Estadística. En concreto hemos introducido los conceptos y técnicas estadísticas, correspondientes a los contenidos de la asignatura “Estadística” de 3º Curso, mediante un proyecto estadístico basado en un conjunto de datos cedidos por el Departamento de Ecología de la Universidad de Granada. Estos datos proporcionan diferentes medidas realizadas sobre las hojas de encinas situadas en cinco zonas diferentes de la provincia de Granada. El objetivo es estudiar la simetría de las hojas de estos árboles y ver si esta se modifica ante situaciones de estrés tales como herbivoría, escasez de agua, falta de nutrientes…“.
De esta forma, y a partir tan solo del fichero de datos, se introducen los conceptos básicos: el total de encinas de Granada permite definir el concepto de población; cada uno de los árboles susceptibles de analizar definen lo que los estudiosos llaman “individuo”, y los individuos seleccionados para analizarlos constituyen la muestra: “El objeto de nuestro estudio --afirman-- la simetría de la hojas, nos lleva de forma natural al concepto de variable estadística. Los datos cualitativos se introducen al observar que se van a analizar distintas zonas y partes de la planta; los cuantitativos como resultado de la observación de datos numéricos como el año, la longitud, las distancias…; con estas mismas variables, y en función de las características de los valores que toman, se distingue entre variables discretas, como es la variable años y las continuas como son las variables longitud y altura”.
Una vez aplicado el método y establecidas las variables, se llega al final del curso, y el alumno ya es capaz de contestar a las preguntas planteadas al formular el análisis: la sequía, la herbivoría y la limitación de nutrientes, ¿aumentan la asimetría? ¿la variación en la asimetría de las hojas se puede considerar como un indicador de estrés en las plantas, en concreto en las encinas?. Así, las preguntas iniciales tienen respuesta estadística a través de los contrastes de hipótesis.
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