Los bajos precios en origen y la falta de mecanismos de control de las importaciones de terceros países, aceleraron en 2009 el desplome de la rentabilidad que desde hace cinco años viene sufriendo el sector agrario
La estimación de pérdidas supera los 150 millones de euros
COAG solicitará la declaración de zona catastrófica para los municipios afectados por las lluvias torrenciales
2009 ha sido un año ruinoso para los agricultores y ganaderos granadinos. COAG Granada ha hecho balance de la crisis de precios y de mercado de los principales sectores agrarios y ganaderos granadinos durante el año 2009. La fuerte caída de los precios en origen de los productos agrarios (que alcanza el 25% de media en el último año), sumada al incremento de los costes de producción y la falta de control de las importaciones de terceros países, aceleraron la gran caída de la rentabilidad agraria que acumula el sector en los últimos cinco años, con un descenso del 26% de la renta agraria.
La estimación de pérdidas en los sectores agrícolas y ganaderos superan los 150 millones de euros en la provincia. Para el secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer Montoro, “el balance del pasado año es negativo y poco alentador y hace una llamada de atención a las administraciones públicas para la puesta en marcha de medidas urgentes porque la situación de agricultores y ganaderos es insostenible”.
FRUTAS Y HORTALIZAS. La caída de precios en frutas y hortalizas ha supuesto el desplome del principal sector productivo granadino que cerró 2009 con una caída medida de precios el 20%. Las pérdidas en estos sectores se cifran en más de 62 millones de euros, afectando principalmente al tomate, pimiento, calabacín, pepino, melón, sandía, frutos subtropicales, naranja dulce, limón y mandarina. En noviembre, los agricultores de pepino tuvieron que destruir más de 20 millones de kilos de pepino debido a la saturación de los mercados. Las lluvias torrenciales de las últimas semanas han terminado por destrozar las previsiones para lo que resta de campaña y la situación es absolutamente alarmante para este sector.
A juicio de CIAG, las cotizaciones se encuentran en permanente caída durante los últimos cinco años debida a la posición de dominio impuesta por los grandes grupos de distribución, que condicionan las relaciones comerciales con efectos negativos para los dos extremos de la cadena agroalimentaria: los agricultores y los consumidores. Así, presionan a la baja los precios de sus proveedores, lo cual se traslada de forma directa a los agricultores y al mismo tiempo imponen a los consumidores márgenes comerciales que no se justifican por el valor que añaden al producto. El IPOD medio en lo que va de año se sitúa en el 450%, con productos que alcanzan hasta el 1.500% de diferencia entre el precio en origen y el precio en destino.
COAG señala la liberalización de los mercados agrarios y la competencia desleal que suponen para nuestras producciones las importaciones de terceros países, como principales factores de la crisis agraria. El secretario provincial, Miguel Monferrer Montoro, ha rechazado el acuerdo que supondrá la liberalización aún más del comercio agrícola con Marruecos porque advierte que este país ha incumplido reiteradamente los contingentes establecidos y los precios de entrada acordados. En 2009, Marruecos exportó a la UE 350.000 toneladas de tomate a un precio medio de 30 céntimos el kilo, mientras que en el tratado se fija el cupo de entrada en 235.000 toneladas a un precio de 46 céntimos. COAG critica que a pesar de estos incumplimientos el nuevo acuerdo de asociación permita al país alauita la ampliación de los cupos de tomate, pepino y calabacín que puede introducir a Europa con arancel reducido, sin que haya garantías de que se respeten los cupos y precios fijados por parte de Marruecos -donde los costes de producción, salariales y las cargas sociales y medioambientales distan mucho de las que se asumen en Europa-.
OLIVAR.- En el sector del olivar, las pérdidas por caída de precios en la pasada campaña ha ascendido a 19 millones de €, lo que supone una caída media del precio del 22%, además de que la presente campaña ya apunta a unos precios ruinosos y una previsión de cosecha bastante inferior a la anunciada por la Junta de Andalucía. A primeros de enero de 2009 estaba a 1,88 euros el kilo en origen, mientras que a día de hoy se encuentra a 1,95 euros el kilo, niveles que no alcanzan a ser mínimamente rentables para el olivarero. Ante esta situación, muchos agricultores de la provincia se están planteando no recoger el fruto durante la presente campaña. El secretario provincial de COAG ha destacado que la unión del sector fue fundamental para la activación del mecanismo del almacenamiento privado, defendida por esta organización agraria, y que supuso un incremento del precio del aceite, sector del que viven más de 30.000 olivareros en 30 municipios granadinos y genera más de 1,7 millones de jornales en esta provincia.
CEREALES.-En cuanto a los cereales, este año se ha repetido la situación de la campaña anterior, con una cotización inferior a la media histórica, lo que ha supuesto unas pérdidas de más de 8,5 millones de euros en cebada y trigo. Los precios a la baja, las importaciones, el aumento de costes y la sequía han sembrado el desánimo entre los productores de cereal y COAG prevé que una importante reducción de la superficie cultivada superior al 25%. En el caso de la cebada, el precio de la principal producción cerealista de la provincia ha descendido un 48% en los tres últimos años -de 0,23 €/kg a 0,12 €/kg-, mientras que las cotizaciones del trigo blando cayeron un 50% (de 0,28 a 0,14 €/kg).
GANADERÍA
El sector ganadero granadino vive inmerso en una profunda crisis de precios en los últimos años. En el 2009, a pesar de que el incremento de los costes del pienso se ha logrado contener, frente a la tendencia al alza del 2008, los niveles de los precios en origen se han mantenido muy bajos, lo que amenaza la continuidad de cientos de explotaciones en la provincia.
A pesar del ligero repunte de precios en ovino (10%), el número de estas explotaciones descendieron un 17% en 2009, mientras que el sector caprino mantuvo durante el año una caída en las cotizaciones de la leche y la carne superior al 25%. Por parte de COAG, se está trabajando para que se publique un modelo de contrato tipo para la leche de cabra que regule las relaciones comerciales entre el productor y la industria láctea y, como medida positiva adoptada a finales de 2009, el secretario de COAG destacó la modificación de la normativa en materia de identificación electrónica que permite la utilización de medios alternativos al bolo “que finalmente se ha conseguido después de cuatro largos años de reivindicaciones”.
Todas estas problemáticas tuvieron como consecuencia en 2009 una protesta unánime del sector agrario granadino. En este sentido, Monferrer Montoro recordó la participación excepcional y sin precedentes de los agricultores y ganaderos de la provincia en la manifestación histórica del sector agrario del pasado 21 de noviembre en Madrid, donde más de 2.500 profesionales granadinos reclamaron al Gobierno Español la defensa de este sector estratégico para la economía granadina.
EUROPA
Para el secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer, “la presidencia Española de la UE es una oportunidad para diseñar una nueva Política Agraria Comunitaria que recupere los mecanismos de regulación de los mercados en beneficio tanto del mantenimiento del sector productor como del consumidor, estabilizando los mercados”.
Entre los principales retos para esta presidencia en materia de agricultura, Monferrer Montoro subrayó la necesidad de restablecer el principio de preferencia comunitaria que asegure unos niveles de producción propia razonables y compatibles, con intercambios comerciales con otros países, además del establecimiento de mecanismos eficientes en el control de las importaciones, que garanticen una competencia justa que exija a los productos importados los mismos requisitos que se imponen a los nuestros.
COAG entiende que es necesario cambiar la concepción del mercado, por un escenario que garantice unas relaciones comerciales equilibradas y una formación de precios realmente libre y justa. Para conseguirlo, es importante que se configure un nuevo modelo de interprofesional que incorpore a las cadenas de distribución y a los consumidores, y que disponga de facultades para la negociación colectiva de las condiciones de comercialización de los productos en origen. La solución pasa por la puesta en marcha de contratos tipo homologados en los que se establezcan índices relativos a los costes de producción que sirvan de umbral para la fijación de los precios.
En este sentido, el debate sobre el futuro de la PAC no debe reducirse al mantenimiento de un presupuesto, sino a garantizar unas reglas de mercado que permitan una retribución justa al valor del producto agrario, pues, las ayudas de la PAC tan sólo representan el 13 % de la renta agraria y, como hemos visto, en una campaña se pierde más por causa de una crisis de precios que lo que se percibe por vía de ayudas de la PAC.
COAG ha trasladado al Presidente Zapatero la necesidad de poner en marcha de forma urgente un plan de rescate al sector, como ha realizado con otros sectores productivos, y el compromiso de defensa de los planteamientos indicados en relación con la PAC y el mercado de los productos agrarios.
DAÑOS POR LAS LLUVIAS PERSISTENTES
Monferrer Montoro ha valorado los efectos en la agricultura de las lluvias de las últimas semanas. Las lluvias han recuperado los embalses y son beneficiosas para el cereal y la ganadería, aunque han supuesto un nuevo varapalo para los productores de frutas, hortalizas y olivar están perdiendo sus cosechas.
En el caso de las hortalizas, los agricultores de la Costa han perdido más de 2,5 millones de kilos de tomate y pepino debido al rajado de frutos y la botritis –un 20% de la cosecha-. En el olivar, las incesantes lluvias impiden a los olivareros recoger en plena campaña de manera que las pérdidas de cosecha estimadas superan el 15%. A estas cifras provisionales, ya que continúan las lluvias, hay que sumar los cuantiosos daños en infraestructuras agrarias (invernaderos, escolleras, acequias…) y caminos rurales.
COAG solicitará a las administraciones la declaración de zona catastrófica para los municipios afectados por las lluvias torrenciales, ayudas extraordinarias para el arreglo de infraestructuras agrarias y la cobertura de los daños por parte de las entidades aseguradoras, entre otras medidas.
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