La política en materia de empleo del Gobierno del
Sr. Rajoy ha sido desastrosa. La evolución del mercado laboral ha ido hacia la
precarización y la reducción de salarios. Esta es la competitividad que desde
Alemania, la Sra. Merkel nos pide. Ya nos lo decían, hay que trabajar más y
cobrar menos. Y el Gobierno del Sr. Rajoy lo ha tomado al pie de la letra.
Hoy, hay un 7% menos de empleos que de los que
había en septiembre de 2.010. Las cifras de la Encuesta de Población Activa
(EPA) hablan por sí solas. En España hay 3.350.000 personas que llevan más de
un año en paro, y casi 1.800.000 familias con todos sus miembros parados
(866.000 y 514.000 respectivamente en el caso de Andalucía).
Pero si el sector privado del empleo presenta este
panorama, no es mucho mejor el del empleo público. Porcentualmente, es el
empleo público el que ha sufrido mayor castigo. En Andalucía, se ha perdido el
14% de todo el empleo público. La EPA ha determinado una reducción de 83.300
trabajadores menos de los que había en tercer trimestre de 2.010. Eso son
83.300 personas menos que han visto reducidos sus ingresos y su capacidad de
consumo.
Esta realidad merece que la Administración de un
impulso como nunca hasta ahora se había hecho con planes de empleo y con
ofertas de empleo público que impulsen la economía. Un empleo estable permite
el consumo y el consumo mueve nuestra economía. El sector privado no se
encuentra en condiciones de ello y debe ser lo público el que lidere el fomento
de medidas por el empleo. Está demostrado que el impulso público del empleo es
una de las medidas más eficaces contra las crisis económicas.
El Gobierno del Sr. Rajoy ha llevado a cabo una
política de recortes que ha afectado de forma importante a los servicios. En la
sanidad estamos viendo la clamorosa falta de personal, en educación se ha
subido la ratio de alumnos por clase, en la justicia prácticamente no se ha
ofertado plazas para personal de la oficina judicial en los últimos años y así
prácticamente en todos los servicios.
A nivel local, la congelación y limitación de
oferta de empleo público ha conllevado que hayan caducado las ofertas de empleo
público. Con ello, no solo se ha precarizado el empleo de interinos y laborales
no fijos, sino que se ha impedido la oferta de plazas ya acordadas y la
posibilidad de que muchos ciudadanos/as encontraran un puesto de trabajo
estable dentro de un criterio de igualdad, mérito y capacidad.
Desde Convergencia apostamos por el empleo público,
no solo como medida para la estabilidad en el empleo sino porque es uno de los
motores que impulsan la economía y por ello, presentaremos al próximo pleno una
moción de apoyo y defensa del empleo público.
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