La Dirección General de Consumo
de la Junta de Andalucía está participando en el desarrollo de dos campañas de
inspecciones de consumo para controlar el correcto etiquetado y la calidad de
patés y foie-gras, así como de zumos naturales, que se encuentran a la venta en
Andalucía.
Ambas campañas son de ámbito
nacional, y se están desarrollando de manera simultánea y coordinada con otras
Comunidades Autónomas.
Estas campañas de inspección
tienen como objetivo garantizar una correcta y leal competencia de los mercados
de estos productos y asegurar la defensa de las personas consumidoras, evitando
fraudes y confusiones con otros productos similares que no respondan a sus
expectativas.
Para ello, se llevarán a cabo
acciones dirigidas a comprobar el correcto etiquetado de estos productos,
además de análisis de su composición en un laboratorio. Las inspecciones se
llevarán a cabo en establecimientos de todo tipo, entre tiendas de alimentación
tradicional, supermercados y grandes superficies.
La primera de las campañas está
dirigida a controlar el mercado de patés y foie-gras. Cabe destacar que sólo se
puede denominar foie-gras al producto que proceda del hígado de la oca o de
patos, de unas determinadas especies, que hayan sido cebados de tal manera que
se produzca una hipertrofia celular adiposa del hígado; y paté de foie al
producto que se elabora a partir de hígado graso de pato u oca, también de unas
especies concretas, que hayan sido cebados de tal manera que se produzca una
hipertrofia celular adiposa del hígado, conteniendo al menos un 20% de éste.
En Andalucía, la campaña está
siendo desarrollada por el Servicio de Consumo de Cádiz, que realizará un total
de 30 controles de información y etiquetado (sobre el total de 100 previstos en
toda España) y 15 tomas de muestras (sobre un total de 50 para el conjunto del
país).
La segunda campaña está orientada
al mercado de zumos naturales, en el que hay que distinguir entre diferentes
tipos de productos, como zumos de frutas, en sus distintas variedades, o
néctares de frutas. La diferencia principal entre un producto u otro está en el
contenido de fruta, así como en la mayor o menor presencia de otros
ingredientes como agua, azúcar u otros edulcorantes.
Esta campaña está siendo
desarrollada en Andalucía por el Servicio de Consumo de Granada, que realizará
30 controles de información y etiquetado (sobre un total de 90 previstos en
toda España) y 10 tomas de muestras (sobre un total de 50 a nivel nacional).
Estas campañas se desarrollan en
el marco del Plan de Inspección de Consumo 2017, que comprende un total de 26
campañas dirigidas a garantizar y reforzar la protección de los derechos de las
personas consumidoras y asegurar que los productos y servicios que están a la
venta cumplen los requisitos de seguridad y calidad que exige la normativa
vigente. El desarrollo del Plan supondrá más de 8.000 controles y la toma de
aproximadamente 300 muestras en los diferentes establecimientos que se
inspeccionen.
En el ámbito de los productos
alimentarios, además de estas campañas específicas está actualmente en
desarrollo una campaña general, en la que está previsto realizar más de 1.400
actuaciones para controlar el etiquetado, presentación y publicidad, así como la
existencia de alteraciones, adulteraciones o fraudes en productos alimentarios
comercializados en Andalucía.
Las actuaciones, que ya han
comenzado, se prolongarán hasta el próximo mes de diciembre y están dirigidas a
examinar alimentos como productos lácteos, hielo y agua, cereales, huevos,
bebidas con o sin alcohol, carnes y derivados, productos dietéticos, conservas,
frutas, verduras, alimentos estimulantes y derivados, harinas, pescados,
mariscos y café en cápsulas, entre otros.
Recomendaciones
Desde la Dirección General de
Consumo se recomienda a la ciudadanía informarse sobre los productos
alimentarios que se van a adquirir y leer detenidamente el etiquetado para
asegurarse de que es correcto y de que identifica adecuadamente a su
responsable. La información debe ser visible, legible, comprensible, e
imborrable, además de figurar en español y en un lugar destacado.
También debe informar sobre las
condiciones especiales de conservación y de utilización, si las hubiera, así
como del número del lote, la fecha de elaboración, la de duración mínima o la
fecha de caducidad, que deberán figurar en un sitio visible y claramente
legible. Del mismo modo, debe indicarse el lugar de origen o procedencia del
producto, especialmente si viene de fuera del espacio comunitario. En el caso
de los productos cárnicos, deben llevar la marca sanitaria.
Por otra parte, conviene
comprobar la lista de ingredientes, en la que aparecerán presentados en orden
decreciente según su peso. Aquellos productos alimenticios en los que figure la
mención de que poseen propiedades nutritivas, están obligados a llevar un
etiquetado sobre dichas propiedades.
Se deben consumir únicamente
productos de procedencia conocida, y es importante verificar que los envases se
encuentran en buen estado, descartando aquellos que estén abiertos o abollados.
También es recomendable comprobar el precio por unidad de medida para saber
cuál es el producto más rentable o económico.
Asimismo, se aconseja pedir
siempre el ticket o la factura, documento imprescindible para efectuar
cualquier reclamación, devolución o cambio del producto, y en el que deberá
figurar el N.I.F. y/o la razón social de la empresa vendedora.
Además, se recuerda que si no hay
acuerdo o no se está satisfecho con el producto, puede presentar una hoja
oficial de quejas y reclamaciones de la Junta de Andalucía. Los
establecimientos, como marca la ley, están obligados a disponer de este tipo de
documentos, y deben informar de su existencia a través de un cartel claramente
visible.
También es aconsejable adquirir
los artículos en un comercio adherido al Sistema Arbitral de Consumo, ya que,
de esta manera, se garantiza que cualquier posible discrepancia pueda quedar
resuelta de forma rápida y gratuita.
Por último, ante cualquier duda o
consulta sobre este tema se puede contactar con Consumo Responde, un servicio
gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias,
impulsado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Se trata de un
servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del
número de teléfono 900 21 50 80, de la página web www.consumoresponde.es, del
correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es o de las redes sociales.
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