La Charca Suárez dedica el mes de julio al gorrión común
El mes de julio es para el gorrión común, esa ave silvestre que nos acompaña desde tiempos ancestrales: hace 11.000 años, estos animales ya estaban adaptados a la agricultura humana.
Los machos son fáciles de distinguir gracias a la “corbata oscura” que lucen en el pecho. Y son las plumas, algo muy importante para ellos, ya que las hembras seleccionan a los machos que depositan más plumas en el nido.
En el antiguo Egipto era un animal no muy deseable y representaba aspectos negativos como la inferioridad o la enfermedad. En la Antigua Grecia se consideraban el símbolo de Afrodita, la diosa del amor, y lo relacionaban con el deseo y la lujuria.
Pero también, son de gran importancia en el mantenimiento de los ecosistemas, y el mejor ejemplo es la persecución y eliminación que Mao Zedong realizo en China en la década de los años cincuenta del siglo XX. El consultor ruso Mikhail A. Klochko, describe esta escena en el Pekín de 1958:
“Me he despertado pronto por la mañana por los gritos de una mujer. Abalanzándome hacia la ventana he visto una joven que corría adelante y atrás sobre el techo del edificio vecino, agitando frenéticamente una vara de bambú con una gran sábana atada. De repente, la mujer ha dejado de gritar para retomar aire, pero un poco después, al fondo de la calle, un tambor ha comenzado a batir y la mujer ha reanudado sus espantosos gritos y el loco agitar de su curiosa bandera”.
El exterminio de gorriones fue parte de una campaña política denominada “Campaña de las cuatro plagas: gorriones, ratones, moscas y mosquitos” Consideraron que estas especies eran dañinas para la agricultura ya que se alimenta de grano. Llegaron a hacer cálculos como que cada millón de gorriones muertos iba a suponer comida para 60.000 personas.
Para conseguirlo hicieron una gran campaña publicitaria llamando a toda la población a que golpease ollas y sartenes hasta que los gorriones cayeran muertos de agotamiento o que fueran envenenados. La campaña tuvo tal éxito que estuvieron a punto de aniquilar por completo a esta especie. Según el gobierno chino, llegaron a matar 1.000 millones de estas aves.
Pero los gorriones también comen insectos como la langosta. Al desaparecer tantos gorriones, las plagas de insectos asolaron los cultivos, siendo un detonante de la Gran Hambruna China que mató entre 20 y 30 millones de personas.
El gobierno chino tuvo que rectificar importando gorriones desde la URSS, pero aún no se han recuperado las poblaciones previas al exterminio.
Salud,
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