La consejera de Agricultura,
Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, y el consejero de Medio Ambiente y
Ordenación del Territorio, José Fiscal, han informado al Consejo de Gobierno de
las nuevas me-didas de apoyo a la gestión de restos vegetales en la
horticultura, que permitirán el aprovechamiento de una media anual de 1,4
millones de toneladas en Andalucía. El objetivo es promover un salto cualitativo
del sector de la agricultura intensiva hacia una economía circular que
reutiliza los subproductos en el propio cultivo o en ámbitos como el industrial
o el ganadero.
Las políticas diseñadas en esta
materia facilitarán recursos del Programa de Desarrollo Rural y del marco de
fondos europeos 2014-2020 con líneas de apoyo financiero y técnico para pasar
del actual sistema de pocas y grandes instalaciones de tratamiento a otro
basado en una red de plantas intermedias y puntos de recogida, con gestión
independiente y facilidad para el transporte. Entre otras medidas, se
respaldará a los agricultores para la adquisición de equipamiento de triturado
y autocompostaje en las propias explotaciones; la sustitución de la rafia
plástica de los invernaderos por material biodegradable, y la reutilización de
los restos para incorporar materia orgánica al sue-lo.
Las actuaciones, en colaboración
con productores y gestores, tam-bién incluyen la agilización de trámites
administrativos, la elabora-ción de una norma técnica reguladora del sistema de
reutilización y el impulso a las actividades de investigación, formación,
divulgación y transferencia de resultados. Se plantea así una solución integral
ba-sada en la colaboración público-privada que da una respuesta económica,
ambiental y social a la gestión de los restos vegetales, po-niendo a
disposición de los agricultores y entidades gestoras una serie de ayudas para
todo el proceso, desde la generación del residuo hasta su acopio, transporte y
aprovechamiento.
La producción hortícola en
invernadero implica el levantamiento de todo el cultivo al final de la campaña,
con la consiguiente generación de restos vegetales. Este material se compone
básicamente de tallos, hojas, frutos que no se comercializan por razones de
mercado y plantas completas que son arrancadas al terminar el ciclo. El 70% se
produce durante los meses de mayo y junio, con el fin de la cosecha de
primavera, y en febrero al terminar la de otoño-invierno.
La actividad se concentra en
Almería, con casi 30.000 hectáreas repartidas entre las comarcas del Campo de
Dalías, Níjar, Bajo Anda-rax y Bajo Almanzora, y Granada, con unas 3.200
hectáreas entre la costa, las Alpujarras y Alhama. En estas dos provincias se
sitúan las ocho grandes plantas de tratamiento que funcionan actualmente en
Andalucía, todas ellas de gestión privada. Otras zonas destacadas son la Costa
Noroeste de Cádiz, con 980 hectáreas; Vélez-Málaga (854), y la vega y la
campiña sevillanas (471).
Bioeconomía
Las medidas presentadas en el
Consejo de Gobierno se enmarcan en la Estrategia Andaluza de Bioeconomía,
destinada a impulsar el aprovechamiento integral de restos y recursos de los
sectores agroali-mentario, pesquero y forestal, cuya tramitación se inició el
pasado mes de julio.
Andalucía ocupa actualmente el
primer lugar nacional en bio-combustibles y biomasa térmica, que toman como
materias primas los restos vegetales y subproductos de la actividad agraria, especialmente
del olivar. En el primer ámbito la región cuenta con 11 plantas ope-rativas,
siete de ellas de biodiésel, mientras que en el segundo la po-tencia térmica
instalada alcanza los 1.589,5 megawatios. A ello se suman 18 plantas de biomasa
vinculadas a residuos agrícolas de in-vernaderos o viñedos y las 17
instalaciones de biogás ubicadas en ver-tederos y depuradoras de aguas
residuales.
Asimismo, la comunidad ha sido
una de las seis regiones selec-cionadas este año por la Comisión Europea para mostrar la vía
de este tipo de actividad productiva, que a escala continental ya genera un
negocio anual de 2.000 millones de euros y el 9% del empleo total de la Unión.
Sólo en el ámbito del aprovechamiento energético, Andalucía cuenta con un
potencial total de 3.958 kilotoneladas equivalentes de petróleo anuales (el
consumo de más de 800.000 personas en un año).
De acuerdo con datos de la
Comisión Europea, por cada euro in-vertido en investigación e innovación en
bioeconomía se generarán 10 de valor añadido en el horizonte del año 2025. El
ahorro de costes de gestión de residuos alimentarios se cifra en 55-90 euros
por tonelada, mientras que su adecuado aprovechamiento evita la emisión de 170
toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
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