Agentes de la Policía Nacional y
de la Guardia Civil han culminado una operación conjunta en la que han
desarticulado una red criminal dedicada a la comisión de robos de productos
hortofrutícolas en explotaciones agrícolas de las provincias de Málaga, Granada
y Almería. En el operativo han sido detenidas seis personas -seis hombres de
nacionalidades española y rumana, con edades comprendidas entre los 53 y 20
años- por su presunta implicación en 24 robos y hurtos de más de 26.500 kilos
de aguacates, mangos, pimientos, berenjenas, calabacines y chirimoyas. Además
se han recuperado 783 kilos de calabacines sustraídos en el poniente
almeriense. Se han intervenido tres furgonetas utilizadas por los arrestados
para cometer los ilícitos y 3.330 euros en efectivo.
Origen de la investigación
Las investigaciones se iniciaron
el pasado 9 de noviembre, a raíz de la comisión de un robo con fuerza en una
finca de aguacates en la localidad axárquica de Vélez-Málaga durante el que
agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Vélez-Málaga detuvieron “in
fraganti” a siete personas. Ese día los agentes, además, recuperaron 2.401
kilos de aguacates que los arrestados habían sustraído e intervinieron tres
vehículos.
Continuando con las pesquisas,
las investigaciones apuntaban a que el grupo investigado debía contar con una
infraestructura superior para darle salida a la gran cantidad de fruta robada.
Es en ese momento cuando la
investigación se cruza con otra que iniciaba el equipo Roca de la Guardia Civil
de Motril, dando origen a la investigación conjunta.
Grupo asentado en la costa
oriental andaluza
Las indagaciones condujeron a los
investigadores hasta la localidad almeriense de Roquetas de Mar, lugar en el
que estaba asentada una red criminal dedicada a la comisión de robos de grandes
cantidades de frutas -sobre todo mangos y aguacates- en plantaciones de la
costa oriental andaluza, para lo que se
desplazaban desde la zona almeriense hasta las de Granada y Málaga.
Centradas las pesquisas en torno
al grupo, en un primer momento consiguieron identificar a una persona que
conectaba al grupo de presuntos ladrones
con otro que se ocupaba de dar salida a los frutos robados. Se trataba de un
hombre de 41 años de edad y nacionalidad rumana. Según las pesquisas era el
encargado de planificar los robos, organizar y trasladar a las cuadrillas
–formadas por cinco o diez personas- hasta la finca elegida para cometer los
ilícitos –siempre en horas nocturnas- y finalmente entregar los frutos al
principal investigado.
Continuando con las indagaciones,
los agentes fueron identificando al resto de los integrantes de la red. Entre
ellos el considerado cabecilla –principal investigado-, un empresario de la
zona almeriense dedicado a la compra venta de frutas y verduras, que
aprovechando su situación de mayorista en el sector, hacía pasar la fruta y
verdura sustraídas por productos legales. Productos que una vez envasados en
cajas y normalmente camuflados entre frutos de peor calidad aunque de
procedencia legal finalmente acababan siendo vendidos a minoristas,
especialmente vendedores en mercadillos, que ignoraban su ilícita procedencia-.
Se da la circunstancia de que uno
de los arrestados –el hijo del principal investigado- en el momento de su
detención tenía en vigor una reclamación judicial dictada por un juzgado de
Alicante por robo con fuerza en las cosas.
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