Científicos israelíes han sintetizado una crema capaz de prevenir la picadura de las medusas, criaturas marinas que en costas como las de Australia o el Caribe pueden resultar "muy peligrosas" al ser capaces de matar a una persona de 70 kilos en apenas tres minutos.
Según explicó a Efe Amit Lotan, uno de los creadores del producto, hasta ahora las cremas existentes sólo actuaban después de que se produjera la picadura. Sin embargo, el nuevo medicamento impide el disparo de los dardos urticantes y así evita la picadura "desde el primer momento".
El medicamento, comercializado en España por los laboratorios Isdin, se basa en el mismo sistema de protección que utilizan ciertos peces para defenderse de la picadura de medusa, como el Pez Payaso, que se resguardan de los tentáculos de esta anémona gracias a la protección natural de su piel. El equipo que Lotan dirige en sus laboratorios del Mar de Galilea ha aislado las toxinas de las medusas y ha conseguido analizar la composición y los efectos de los dardos urticantes de estos animales marinos. Según Lotan, el mecanismo por el que la medusa infecta es "muy sofisticado", ya que sus tentáculos poseen una cápsula diminuta con una aguja que penetra de forma similar a una bala y produce "millones de agujeritos en apenas un centímetro de piel". La picadura de estas criaturas marinas, capaces de inyectar el veneno en la víctima "incluso horas después de muertas", pueden producir en el organismo humano desde la irritación de la epidermis hasta el "colapso cardiorrespiratorio", aseguró Lotan a Efe.
Existen más de 8.000 especies de medusa diferentes, de las cuales 1.000 pueden resultar tóxicas para el hombre; entre ellas se encuentran la avispa australiana de mar, "capaz de matar a un hombre en pocos minutos", comentó el biólogo israelí. En las costas de Australia, donde habitan las especies más peligrosas, "uno de cada cinco" bañistas afectados muere cada año a causa de las picaduras, explicó el experto en genética molecular. Según Lotan, las medusas también abundan en las costas del Mediterráneo, donde su picadura "no suele ser mortal".
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