Un vecino de Motril ha sido condenado a dos años y diez meses de prisión por los malos tratos físicos y psíquicos que infligió a su esposa a diario desde 1997 hasta que lo denunció el pasado marzo, entre los que se incluyeron varias amenazas con un cuchillo ante sus hijos.
En su sentencia el juez le prohíbe además comunicarse con su mujer e hijos durante tres años y acercarse a ellos o a su domicilio a menos de 500 metros.
Según el fallo, queda probado que el condenado, J.A.C.T., 'desde 1997 viene produciendo malos tratos físicos y psíquicos a diario a su esposa en presencia de sus hijos menores, consistente en golpes, amenazas de muerte, amenazas con un cuchillo e insultos'.
Aunque este largo episodio de violencia doméstica se remonta a siete años atrás, la víctima no lo denunció hasta el pasado 3 de marzo, después de que su marido le produjera, al golpearla, heridas de las que tardó cuatro días en recuperarse, y la amenazase con tirarla por un barranco.
Según el juez, ésta fue la última de una 'serie continuada de agresiones', muchas de las cuales se produjeron ante sus hijos y que han dejado 'evidentes marcas' corporales a la víctima, quien no denunció a su marido antes 'por miedo'.
En la sentencia se añade que la hija, menor de edad y a la que el agresor también amenazó para obtener dinero, reconoció haber visto 'en más de una ocasión' cómo su padre 'le ponía un cuchillo en el cuello a su madre, la golpeaba y la empujaba', mientras que una vecina dijo haber visto y oído 'en muchas ocasiones' los golpes, amenazas e insultos.J.A.C.T., según el fallo judicial, no tiene trabajo estable 'y si alguna vez ha realizado una actividad laboral, el poco dinero ganado lo ha destinado al alquiler de una vivienda para una mujer con la que mantiene desde hace pocos meses una relación'.
Su esposa era la encargada de sustentar a la familia con un trabajo en un chiringuito, a donde el agresor acudió 'en alguna ocasión' para pedirle dinero, 'llegando incluso a sacarla a la fuerza e introducirla en el coche a golpes y empujones, vehículo que también compró la víctima'.
Por todos estos hechos el juez le condena a dos años de prisión por un delito de maltrato en el ámbito familiar, diez meses de prisión por un delito de lesiones en el ámbito familiar y seis días de localización por amenazas, además de a pagar las costas.
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