Con la nueva Reforma Laboral el Gobierno, los empresarios y UGT-CCOO pretenden dar el asalto definitivo a la precariedad en la contratación implantando definitivamente el “contrato estable de fomento de empleo”, de 33 días de indemnización por año y con el límite de 24 mensualidades convertido en el nuevo contrato ordinario. Esta devaluación será acompañada por nuevos modelos de contrato a medida de los procesos de externalización y subcontratación que llevan implícitos la libertad del despido. Las contratas y subcontratas, fuentes principales de la siniestralidad laboral y de la mayor parte de la temporalidad, podrían ver modificada su regulación, no en el sentido de prohibir o igualar derechos y obligaciones, sino en posibilitar la instauración y el relanzamiento de este modelo introduciendo contratos “a la carta”.
Gobierno, patronal y los dos sindicatos mencionados arriba, plantean lo mismo. Desde el gobierno ampliando los trabajadores/as que accederán al nuevo empleo devaluado y desde la patronal, sin límites, es decir a mano de obra disciplinada y absolutamente flexible.
El otro gran tema es el despido: si el empresariado quiere despidos baratos, por razones económicas organizativas, productivas, técnicas,...¡Pues a la calle!. Pretenden que no se pueda revisar judicialmente el despido, intentando legalizar de forma descarada la desigualdad ante la ley. De manera que la legalidad sólo atenderá la razón empresarial. Se intenta pues suprimir el control judicial sobre los despidos individuales por causas objetivas cuya determinación sería competencia exclusiva de las empresas.
Con la nueva reforma se potencian las ETTs y reducir las aportaciones de las empresas a la Seguridad Social.
Se pretende con esta reforma impedir también la subrogación de trabajadores de una contrata a otra en función del “mantenimiento de la actividad”.
Y otra perla de la negociación es la relativa a la mesa de la Seguridad Social, que puede cerrarse a la vez que la reforma laboral (febrero-marzo 2006). Ya UGT-CCOO han dicho textualmente que “hay que prepararse para el futuro porque en el 2015 hay que pagar más pensiones”. Si no lo remediamos se alargará de los actuales 15 años, hasta que alcance toda la trayectoria laboral.
Por todos estos motivos CGT, junto a otras organizaciones sindicales, ha iniciado un proceso de movilizaciones y oposición a esta barbarie para la clase trabajadora y el jueves 26 de enero tendrá lugar una concentración de delegados y delegadas en la Delegaciones de Trabajo de todas las provincias y el 29, domingo, nos manifestaremos en Sevilla, a las 12 horas, con salida de la Plaza la Encarnación.
Gobierno, patronal y los dos sindicatos mencionados arriba, plantean lo mismo. Desde el gobierno ampliando los trabajadores/as que accederán al nuevo empleo devaluado y desde la patronal, sin límites, es decir a mano de obra disciplinada y absolutamente flexible.
El otro gran tema es el despido: si el empresariado quiere despidos baratos, por razones económicas organizativas, productivas, técnicas,...¡Pues a la calle!. Pretenden que no se pueda revisar judicialmente el despido, intentando legalizar de forma descarada la desigualdad ante la ley. De manera que la legalidad sólo atenderá la razón empresarial. Se intenta pues suprimir el control judicial sobre los despidos individuales por causas objetivas cuya determinación sería competencia exclusiva de las empresas.
Con la nueva reforma se potencian las ETTs y reducir las aportaciones de las empresas a la Seguridad Social.
Se pretende con esta reforma impedir también la subrogación de trabajadores de una contrata a otra en función del “mantenimiento de la actividad”.
Y otra perla de la negociación es la relativa a la mesa de la Seguridad Social, que puede cerrarse a la vez que la reforma laboral (febrero-marzo 2006). Ya UGT-CCOO han dicho textualmente que “hay que prepararse para el futuro porque en el 2015 hay que pagar más pensiones”. Si no lo remediamos se alargará de los actuales 15 años, hasta que alcance toda la trayectoria laboral.
Por todos estos motivos CGT, junto a otras organizaciones sindicales, ha iniciado un proceso de movilizaciones y oposición a esta barbarie para la clase trabajadora y el jueves 26 de enero tendrá lugar una concentración de delegados y delegadas en la Delegaciones de Trabajo de todas las provincias y el 29, domingo, nos manifestaremos en Sevilla, a las 12 horas, con salida de la Plaza la Encarnación.
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