26/4/06

El Bushido o Código de los Guerreros Samuráis, en una conferencia de la Universidad de Granada

El Bushido implicaba lealtad total hacia el Emperador, honestidad, costumbres frugales, falta de interés por las riquezas materiales y una existencia consagrada al orgullo y el honor

Las huellas de este modo de vida aún perviven en ciertos rasgos y actitudes de la sociedad japonesa y el carácter nipón


El Bushido, literalmente el Camino del Guerrero, fue un modo de vida seguido por los samuráis que se desarrollo en Japón entre los siglos IX y XII. Influenciado por la escuela Zen y el Confucionismo, el Bushido pone el énfasis en la lealtad, el sacrificio, la justicia, el sentido de la vergüenza, los modales refinados, la pureza, la modestia, la frugalidad, el espíritu marcial, el honor y el afecto. Los principios defendidos por este código de honor han marcado profundamente la identidad de los japoneses y sus huellas aún son visibles en su cultura.
El Seminario de Estudios Asiáticos quiere profundizar en el tema presentando la conferencia El Bushido y su influencia en la cultura japonesa, que impartirá la profesora de la universidad Autónoma de Barcelona María Teresa Rodríguez Navarro. El acto tendrá lugar el 27 de abril a las 20 h en la Sala de Juntas de la Corrala de Santiago.

El camino del samurai
Entre los siglos IX y XII, la clase guerrera japonesa era conocida como Samuráis, también llamada Bushi. Estos caballeros surgieron de las provincias de Japón para transformarse en la clase gobernante hasta su declive y total abolición en 1876. Los samuráis eran expertos en las artes marciales, destacaban por su habilidad con el arco y la espada y eran grandes jinetes. Vivían siguiendo el Bushido, un modo de vida que implicaba lealtad total del samurai hacia su Emperador. Eran honestos y de total confianza, su existencia era frugal, sin interés por las riquezas materiales, enteramente entregados al orgullo y al honor.
Eran hombres de valor que no temían a la muerte, dispuestos a entablar batalla sin importar las dificultades y a morir en la guerra dando honor a su familia y a su señor. La única salida para un Samurai derrotado era la muerte o el suicidio ritual, el seppuku, en el que los literalmente se sacaban las entrañas. Un Samurai preferiría matarse a si mismo antes que traer el deshonor o la desgracia al nombre de su familia y su señor. Los samuráis y su modo de vida fueron oficialmente abolidos a principios de 1870. Ya no había necesidad de hombres luchadores dispuestos a dar su vida por honor. Pero nunca fueron totalmente olvidados.

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