El Bushido implicaba lealtad total hacia el Emperador, honestidad, costumbres frugales, falta de interés por las riquezas materiales y una existencia consagrada al orgullo y el honor
Las huellas de este modo de vida aún perviven en ciertos rasgos y actitudes de la sociedad japonesa y el carácter nipón
El Bushido, literalmente el Camino del Guerrero, fue un modo de vida seguido por los samuráis que se desarrollo en Japón entre los siglos IX y XII. Influenciado por la escuela Zen y el Confucionismo, el Bushido pone el énfasis en la lealtad, el sacrificio, la justicia, el sentido de la vergüenza, los modales refinados, la pureza, la modestia, la frugalidad, el espíritu marcial, el honor y el afecto. Los principios defendidos por este código de honor han marcado profundamente la identidad de los japoneses y sus huellas aún son visibles en su cultura.
El Seminario de Estudios Asiáticos quiere profundizar en el tema presentando la conferencia El Bushido y su influencia en la cultura japonesa, que impartirá la profesora de la universidad Autónoma de Barcelona María Teresa Rodríguez Navarro. El acto tendrá lugar el 27 de abril a las 20 h en la Sala de Juntas de la Corrala de Santiago.
El camino del samurai
Entre los siglos IX y XII, la clase guerrera japonesa era conocida como Samuráis, también llamada Bushi. Estos caballeros surgieron de las provincias de Japón para transformarse en la clase gobernante hasta su declive y total abolición en 1876. Los samuráis eran expertos en las artes marciales, destacaban por su habilidad con el arco y la espada y eran grandes jinetes. Vivían siguiendo el Bushido, un modo de vida que implicaba lealtad total del samurai hacia su Emperador. Eran honestos y de total confianza, su existencia era frugal, sin interés por las riquezas materiales, enteramente entregados al orgullo y al honor.
Eran hombres de valor que no temían a la muerte, dispuestos a entablar batalla sin importar las dificultades y a morir en la guerra dando honor a su familia y a su señor. La única salida para un Samurai derrotado era la muerte o el suicidio ritual, el seppuku, en el que los literalmente se sacaban las entrañas. Un Samurai preferiría matarse a si mismo antes que traer el deshonor o la desgracia al nombre de su familia y su señor. Los samuráis y su modo de vida fueron oficialmente abolidos a principios de 1870. Ya no había necesidad de hombres luchadores dispuestos a dar su vida por honor. Pero nunca fueron totalmente olvidados.
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