Un juzgado de Motril ha impuesto una condena de dos años de prisión a un vecino de Almuñécar que pese a tener una orden alejamiento y de prohibición para comunicarse con la que fuera su compañera sentimental, y con la que tiene un niño de 20 meses, le amenazó por teléfono diciéndole que antes de entrar en la cárcel la tenía que matar.
Según la sentencia queda probado que por sentencia firme del 20 de Julio del año pasado y dictada por el Juzgado de Instrucción número dos de Motril, se le había impuesto al acusado A.J.H., la prohibición de comunicarse por cualquier medio con la que había sido su compañera sentimental y con la que había tenido un hijo común de 20 meses.
Sin embargo el acusado el día 17 de octubre de ese mismo año sobre las 2,20 horas, la llamó por teléfono y le manifestó que antes de entrar en la cárcel la tenía que matar. Posteriormente llamó a la madre de ésta, para decirle que no había matado a su hija por que no había querido, ya que había tenido varias oportunidades y los gitanos cumplen su palabra.
El titular del juzgado condena a A.J.H. como autor de un delito de Amenazas a un año de prisión, así como inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante ese periodo, privación del derecho a la tenencia de armas por tres años. Y por el delito que quebrantamiento de condena a otro años de prisión.
Además se le prohíbe a acercarse a menos de mil metros a ésta, y a comunicarse con ella durante tres años.
El acusado deberá de hacer frente igualmente al pago de las costas procesales.
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