24/5/06

La Real Maestranza de Granada se financiaba en el siglo XVIII con dos festejos taurinos, según un libro editado por la UGR

El volumen, con estudio preliminar de la profesora Inmaculada Arias de Saavedra Alías, se publica en
edición facsimilar, con la colaboración de la Real Maestranza de Caballería de Granada


La Real Maestranza granadina se financiaba gracias a la celebración anual de dos festejos de toros de vara larga, según los privilegios más importantes concedidos a esta institución por una real cédula de 19 de febrero de 1739 que puede ser considerada, en cierto modo, como la partida de nacimiento de la institución, una de las grandes corporaciones nobiliarias españolas del siglo XVIII.
De su fundación y de sus estatutos, así como de las reales maestranzas de caballería españolas, se da cuenta en el libro “Estatutos y Ordenanzas de la Real Maestranza de la Ciudad de Granada”, publicado en edición facsímil, con un estudio preliminar de la profesora Inmaculada Arias de Saavedra Alías, por la Editorial Universidad de Granada en colaboración con la Real Maestranza de Caballería de Granada.
Con aquella cédula de 1739, el instituto dejó de llamarse «hermandad», para titularse «Real cuerpo de la Maestranza», y tanto la corporación como sus miembros accedieron a un fuero privilegiado, en atención a su utilidad pública.
A partir de este momento, se nombró juez conservador del mismo al corregidor de la ciudad y sus sentencias podrían ser apeladas ante la junta de Caballería del Reino. Las causas de los miembros quedaron fuera de los tribunales ordinarios.
Sin embargo, el nacimiento de la Maestranza de Granada se produjo a principios del siglo XVII, en 1686, estimulado por el ejemplo de la corporación similar nacida en Sevilla dieciséis años antes. Es, pues, la segunda Maestranza, en cuanto a fecha de fundación.
Tanto Don Pedro Verdugo y Albornoz, caballero de la Orden de Alcántara y el alcaide de la fortaleza de la Alhambra, como Blas Manuel de Paz, caballero de Calatrava, en representación de un grupo de nobles granadinos, notificaron a las autoridades municipales su intención de crear una hermandad nobiliaria. El conde de Torrepalma, corregidor de la ciudad, otorgó el permiso del cabildo y el día 12 de enero se celebró la primera junta de los veinticinco fundadores.
En este libro editado por la UGR, se dice que “se acogieron al patrocinio de la Inmaculada Concepción, bajo la advocación de Nuestra Señora del Triunfo, ligándose perpetuamente a la creencia y defensa de este misterio, y se dotaron de una mínima estructura organizativa al elegir seis oficiales para su gobierno. Entre ellos, se encuentran cuatro títulos nobiliarios, diez hábitos de órdenes militares y varios veinticuatros de la ciudad de Granada”.

Fenómeno nobiliario
A partir de último cuarto del siglo XVII y hasta principios del XIX, aparecen en España nuevas corporaciones nobiliarias: las Maestranzas de Caballería. Se trata de unas asociaciones, de ámbito local en un principio, surgidas en ciudades con una abundante nobleza urbana, cuya finalidad era promover entre este grupo social los ejercicios ecuestres y el gusto por las armas, en unos momentos en que la nobleza iba apartándose cada vez más de las actividades militares que estaban en el origen de su estatus jurídico privilegiado.
“Las Maestranzas de Caballería –según se recoge en el libro– tuvieron especial incidencia en Andalucía. De catorce fundaciones promovidas en nuestro país, nueve lo fueron en esta región, no produciéndose ninguna iniciativa de este género en el resto de la Corona de Castilla. Hubo además tres en la Corona de Aragón y dos en Hispanoamérica”.

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