El delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Granada, Gerardo Sánchez, negó que en las 2.000 hectáreas de la Sierra de Bodíjar, afectadas por un incendio en noviembre de 2002, se hayan levantado construcciones ilegales, tal y como criticó Ecologistas en Acción.
Sánchez explicó que, tras visitar la zona, "tan sólo se ha detectado una construcción ilegal", aunque, según puntualizó, "ya estaba denunciada y tenía expediente sancionador el pasado 2005".
De esta forma, el delegado de Medio Ambiente salió al paso de las declaraciones de Ecologistas en Acción sobre el "abandono" de la Sierra de Bodíjar, que, a juicio del colectivo granadino, "se ha convertido en territorio comanche".
Ecologistas en Acción aseguró, el pasado 22 de mayo, que los chalés aparecen como "hongos" tras la lluvia en los lugares más recónditos de la sierra y eso que, según la Ley forestal andaluza, "no se podría cambiar el uso de los mismos que debe seguir siendo forestal".
Por ello, el coordinador provincial, Javier Egea, pidió entonces a las administraciones, en concreto a la Delegación de Medio Ambiente y a la de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, que intervengan en ejercicio de sus funciones y controlen el "descontrol" existente, antes de que la "magnitud del desastre haga inviable cualquier intervención para restaurar la zona".
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