Mañana, 1 de septiembre, se cumplen 21 años del descubrimiento de los restos del Titanic por el científico norteamericano Robert Ballard, que ha sido invitado a viajar a Granada para dar una conferencia en el Parque de las Ciencias, donde actualmente se puede ver 'Titanic The Exhibition'.
La organización informó, en un comunicado, de que además de la invitación, Ballard recibirá un homenaje de agradecimiento por haber conseguido descubrir los restos del más mítico de todos los buques de la historia universal, el Titanic, cuyo objetos originales se exhiben ahora en Granada.
Eran las primeras horas del día 1 de septiembre de 1985. La tripulación del buque científico 'Knorr' estaba a punto de abandonar, una vez más, la tarea de búsqueda de los restos del naufragio más famoso de la historia universal, el Titanic, y el responsable de la expedición, Ballard, descansaba agotado en su camarote.
El resto de la tripulación, que se iba turnando ante la pantalla que mostraba las imágenes del fondo del océano que enviaba el pequeño sumergible 'Argos', estaba a punto de concluir su ultima guardia y preparar el barco para regresar a tierra, una vez más, sin haber podido encontrar unos restos que, durante muchos años, varias expediciones habían intentado encontrar.
Pasaban 122 minutos de la medianoche cuando, en la pantalla del monitor del 'Argos' comenzaron a aparecer imágenes distintas a las enviadas hasta ese momento. Al principio, las imágenes parecían pequeños cráteres de impacto en el fondo marino. Más tarde, mostraron escombros, como restos de alguna nave siniestrada.
En ese momento la tripulación despertó a Robert Ballard, más tarde aparecieron los restos de lo que parecía una caldera y poco después, ante los incrédulos ojos de Ballard y del resto de la tripulación, apareció, majestuosa, la proa del barco. Era él, si, era él, era el Titanic...
Todos se abrazaron, esa noche no durmieron y la noticia fue portada en todos los medios de comunicación del mundo. Ese día, tal como hoy, 1 de septiembre, pero del año 1985 pasó a formar parte de la historia del Titanic.
Pero ni Roberd Ballard, ni el resto de la tripulación del 'Knorr' se fueron a dormir. Continuaron trabajando y el mini sumergible 'Argos' realizó un rastreo general del exterior de los restos del Titanic, confirmando las imágenes que, "el buque de los sueños" se había partido en dos y que mientras la parte de la proa se encontraba de pie, majestuosa, la parte de la popa, a unos 600 metros de la proa, estaba en muy malas condiciones y prácticamente desecha.
Al día siguiente, el 'Knorr' regresaba a puerto. Toda la tripulación juró, ante Robert Ballard, que nadie desvelaría el lugar exacto donde fue encontrado el Titanic -41 grados 44 minutos Norte/49 grados 57 minutos Oeste, a 3.988 metros de profundidad- pero eso es otra historia y, al final , la situación de los restos del Titanic fueron conocidos por todo el mundo.
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