Las pruebas oseométricas realizadas a los inmigrantes interceptados anoche a unas 30 millas de la costa de Granada han confirmado finalmente que son ocho los menores, aunque inicialmente aseguraron serlo más de una decena, que viajaban en la embarcación rescatada, por lo que la Junta de Andalucía ha activado el Plan de Emergencia para su atención.
La delegada provincial para la Igualdad y Bienestar Social, Elvira Ramón, explicó que todos ellos serán reubicados en centros de la provincia, aunque esto suponga que "nuestros recursos estén por encima de la capacidad".
La avalancha de inmigrantes llegada durante las últimas horas a las costas andaluzas "dificulta" que los ocho menores sean trasladados a centros de otras provincias, ya que estos tendrán que acoger también a los llegados a Almería, cuyo número "está aún por determinar", según la delegada.
Los ocho menores fueron interceptados anoche junto a otros 59 inmigrantes por Salvamento Marítimo a unas 30 millas al sur de la costa de Granada y llegaron al puerto de Motril a las 23.30 horas.
El Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencias (ERIE) de la Cruz Roja atendió a los inmigrantes a su llegada al puerto, donde recibieron asistencia sanitaria básica. A estas horas permanecen en las dependencias del Centro de Acogida de Motril a la espera de ser repatriados.
El Plan de Emergencia consiste, fundamentalmente, en la puesta a disposición de estos menores del resto de los recursos residenciales del sistema de protección, tanto de los de atención preferente a extranjeros de otras provincias andaluzas, como del resto de los centros de protección de titularidad pública.
A través del sistema de protección a la Infancia de la Junta se garantiza la correcta atención a estos menores extranjeros no acompañados con los mismos criterios y con idénticos recursos que se aplican a los menores andaluces o del resto de España.
Además, se les presta una especial atención derivada de sus propias necesidades, como es el caso de la alimentación, el respeto cultural y religioso, y la necesidad de intérprete y de mediador cultural.
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