El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almuñécar, Jesús García, denunció hoy la actitud "cicatera, pasiva e irresponsable" del subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz Jiménez, ante los incidentes ocurridos con motivo de la huelga del servicio de limpieza del municipio, cuya concesionaria es la empresa Mirlo.
El edil criticó que, tras los incidentes ocurridos en la madrugada del pasado sábado -en la que según informó una veintena de piquetes impidieron la salida a trabajar de los operarios que querían hacerlo y agredieron presuntamente a una empleada-, "anoche, que no había huelga, los piquetes y el comité de huelga impidieron la salida de los trabajadores ante el escaso apoyo de la Guardia Civil".
Y es que, aunque se personaron en las instalaciones de la compañía una decena de guardias civiles -frente a los dos que lo hicieron la madrugada anterior-, el concejal lamentó que "no actuaran porque el teniente dijo que no actuarían bajo ningún concepto por orden del subdelegado".
Por eso, Jesús García mostró su "indignación y sorpresa" por el hecho de que "las Fuerzas de Seguridad del Estado, por orden del subdelegado, parecen estar de parte de quienes no respetan las normas ni las leyes, de quienes están violando el derecho constitucional de trabajar".
Después de recordar que a las 0.00 horas de mañana se iniciarán otros tres días de huelga, el edil recordó que en las calles del municipio se acumulan ya más de 150 toneladas de basuras en las calles y aseguró que los vecinos sienten "cierta indignación porque son conscientes de que se ha convertido en una huelga salvaje porque el 50 por ciento de la plantilla quiere trabajar".
De hecho, informó de que a las 12.00 horas de hoy, los trabajadores que no quieren secundar los paros se han vuelto a concentrar ante la Comandancia de la Guardia Civil en señal de protesta por lo sucedido. En suma, señaló que "esto parece Guinea ecuatorial y al frente al puesto a un irresponsable -en referencia al subdelegado del Gobierno-, que accedió al cargo de rebote".
Sobre la empleada presuntamente agredida el pasado sábado, el edil dijo que fue a visitarla ayer y "está aterrorizada porque ocurrió a las 2.00 horas, cuando seis hombres le pegaron y pensó que de allí no saldría. Ayer mismo presentó su denuncia ante la Guardia Civil".
Respecto a los trabajadores que no quieren ir a la huelga, argumentó que "se sienten desamparados e indefensos por parte de las Fuerzas de Seguridad, por lo que pedí a la empresa que les explique que los agentes sólo cumplen las órdenes de un político".
Los casi 100 trabajadores de la compañía Mirlo se pusieron en huelga el pasado sábado para exigir el cumplimiento del convenio provincial y la aplicación de la subida salarial prevista en el mismo. En principio, la huelga tendrá una duración de un mes con paros de tres días más un día de servicios mínimos.
Entre los motivos de la huelga figuran el hecho de que la empresa no aplica las tablas salariales acordadas en el convenio provincial, según los representantes de los trabajadores, lo que supondría una subida en torno al 50 por ciento, de un salario que oscila entre los 700 y los 800 euros al mes con las pagas extras incluidas.
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