Queremos mostrar nuestro rechazo a la presencia en el estado español de Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial. Este personaje, acumula desde hace muchos años denuncias por corrupción y por violaciones de derechos humanos.
Guinea Ecuatorial, a pesar de sus recursos naturales, en especial hidrocarburos, que lo colocan en el puesto 43 de la riqueza en el mundo, tiene el puesto 121 en los índices de desarrollo humano de las Naciones Unidas. Mientras Obiang, sus familiares y algunos de sus "colaboradores" dilapidan fortunas en sus viajes por países europeos, la mayoría de los guineanos vive con menos de un dólar al día. La desigualdad es escandalosa.
Esta visita es un golpe para la oposición y para una mayoría del pueblo guineano que soporta el régimen de Obiang. Oficialmente se ha definido su viaje como una "visita de trabajo". ¿Tiene que ver este "trabajo" con la riqueza petrolera descubierta hace pocos años en el territorio de la ex colonia española?
La invitación para visitar España, la formuló el canciller Moratinos en un viaje realizado a Malabo, en el que fue acompañado por el presidente de Repsol, Antonio Brufau; y representantes de otras empresas, entre ellas el BBVA, Endesa y del sector pesquero.
Sabemos que estos gestos de los gobiernos europeos hacia los gobernantes dictatoriales y corruptos, solo contribuyen a prolongar el sufrimiento de los pueblos que los padecen. La defensa de los derechos humanos es una cuestión de principios, y no puede ser olvidada o postergada con el argumento de "razones de estado", y menos aún, por el interés económico de grupos privados.
Y recordamos una vez más, que las causas fundamentales de los flujos migratorios es la injusticia y la falta de futuro. El reconocimiento de gobiernos corruptos y tiránicos, o "hacer negocios" con ellos, puede enriquecer aún más a algunas empresas, pero contribuye a degradar la situación social y económica de los pueblos, que seguirán emigrando para escapar de la miseria y la marginación.
Guinea Ecuatorial, a pesar de sus recursos naturales, en especial hidrocarburos, que lo colocan en el puesto 43 de la riqueza en el mundo, tiene el puesto 121 en los índices de desarrollo humano de las Naciones Unidas. Mientras Obiang, sus familiares y algunos de sus "colaboradores" dilapidan fortunas en sus viajes por países europeos, la mayoría de los guineanos vive con menos de un dólar al día. La desigualdad es escandalosa.
Esta visita es un golpe para la oposición y para una mayoría del pueblo guineano que soporta el régimen de Obiang. Oficialmente se ha definido su viaje como una "visita de trabajo". ¿Tiene que ver este "trabajo" con la riqueza petrolera descubierta hace pocos años en el territorio de la ex colonia española?
La invitación para visitar España, la formuló el canciller Moratinos en un viaje realizado a Malabo, en el que fue acompañado por el presidente de Repsol, Antonio Brufau; y representantes de otras empresas, entre ellas el BBVA, Endesa y del sector pesquero.
Sabemos que estos gestos de los gobiernos europeos hacia los gobernantes dictatoriales y corruptos, solo contribuyen a prolongar el sufrimiento de los pueblos que los padecen. La defensa de los derechos humanos es una cuestión de principios, y no puede ser olvidada o postergada con el argumento de "razones de estado", y menos aún, por el interés económico de grupos privados.
Y recordamos una vez más, que las causas fundamentales de los flujos migratorios es la injusticia y la falta de futuro. El reconocimiento de gobiernos corruptos y tiránicos, o "hacer negocios" con ellos, puede enriquecer aún más a algunas empresas, pero contribuye a degradar la situación social y económica de los pueblos, que seguirán emigrando para escapar de la miseria y la marginación.
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