El auto dictado por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Motril, por el que se decretó "prisión provisional comunicada y sin fianza" para Miguel Hernández, único imputado por la muerte de la asturiana Beatriz Ordóñez Sahelices, recoge que "las conclusiones médico forenses desvirtúan por entero la versión del imputado", quien declaró en su día "que la fallecida se arrojó con vida y sin lesiones importantes desde el viaducto conocido como Partidor de Cañizares".
En el documento, el juez expresa sobre esta causa que "existen indicios de la comisión por parte de Miguel Hernández de un delito contra la vida" en tanto que del informe antropológico forense se desprende "que la muerte de Beatriz Ordóñez Sahelices pudo deberse a un primer impacto en región parietal izquierda del cráneo, causado por un objeto o superficie de gran masa con saliente o pico de sección cuadrada pequeña (...); dicha lesión se produjo en un momento anterior a la muerte, siendo por sí misma determinate de esta última".
Además, se añade en el mismo apartado que el golpe descrito lo recibió "con vitalidad, en un momento anterior a la muerte: y sólo el segundo traumatismo que sufrió, que afectó al resto de la calota no dañada por el primero, es compatible con una contusión sobre la superficie amplia y plana"
Estos datos, continúa el auto del juzgado de Instrucción de Motril, "han venido a incrementar notoriamente los indicios de su responsabilidad y participación criminales en la muerte de la antes mencionada, pudiendo atribuírsele (a Miguel Hernández) su autoría en la causación de la muerte".
Por todo ello, el juez señala en el apartado tercero que "los hechos que se imputan, ahora con mayor contundencia", al acusado "pudieran ser constitutivos, al menos, de un delito de homicidio o asesinato". El fiscal sostiene además que existen indicios de "un delito de agresión sexual".
La defensa del imputado alegó, sin embargo, que "existe compatibilidad entre la ropa que aparece rota, y el "arrastramiento que se produce con la víctima" y que "en cuanto a la agresión sexual no existe dato relevante al respecto".
El titular del juzgado de Instrucción número 1 de Motril decretó el ingreso en prisión para M.H., el único detenido por la muerte de B.O.S., la mujer de Langreo de 38 años que fue hallada muerta en un canal de riego en Vélez de Benaudalla el pasado 12 de octubre, tras prestar declaración de nuevo el imputado.
Según informaron fuentes del caso, M.H., que se encontraba en libertad con cargos bajo fianza de 3.000 euros, volvió a declarar ante el juez sobre el caso, que continúa bajo secreto de sumario, tras nuevas pruebas recabadas en la investigación.
El detenido negó de nuevo ante el instructor "haber matado" a Beatriz, con quien sí admitió, como ya hiciera ante la Guardia Civil, haber mantenido una relación, según las fuentes.
Tras la reconstrucción de los hechos que se llevó a cabo junto al procesado, que está casado y tiene un hijo, la Guardia Civil continuó con la investigación del caso por las "contradicciones" en las que había incurrido M.H. en sus declaraciones, según informó el subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz.
El cadáver de la mujer fue encontrado el día 12 de octubre por un hombre que paseaba por la zona y presenta "cortes" y "magulladuras" en el cuerpo, aunque estos pueden deberse al discurrir el cadáver por los canales de agua.
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