10/12/06

Agricultores y comercializadores se esfuerzan por ofrecer valor añadido en sus productos

Los agricultores y comercializadores de la Costa se esfuerzan en estos momentos por ofrecer en sus productos una serie de valores añadidos que los diferencien de las frutas o verduras de otros lugares de origen, sobre todo de aquellos que exportan sus a muy bajo precio porque en sus explotaciones importa más la cantidad que la calidad.

Entre las líneas de trabajo emprendidas por los agricultores y comercializadores de la Costa destaca, en primer lugar, la de lograr la mayor calidad en el producto para lo que se imponen nuevas técnicas y un mayor cuidado de las explotaciones, así como control de las plantas que existen dentro de ellas.

Unido a la calidad del producto se encuentra la seguridad alimenticia. En este sentido, los agricultores dejan pasar el tiempo indicado en los envases de los productos fitosanitarios tras la última aplicación y antes de la recolección. Dentro de este apartado también se trabaja en la eliminación progresiva de las prácticas que abusan de dichos componentes químicos para el desarrollo de la planta y de su posterior fruto.

En cuanto a los distribuidores, los esfuerzos también van dirigidos a controlar la calidad del producto, asegurar las necesidades de los demandantes y cumplir de forma escrupulosa con los calendarios de entrega a dichos clientes para ganar su confianza. El objetivo es que los distribuidores finales opten por los productos de la Costa en detrimento de los de otras provincias o países.

En palabras del que hasta hace un año era el presidente de la cooperativa Carchuna-La Palma, Miguel del Pino, “lo que hay que vender en este momento no son los productos, porque eso puede hacerlo cualquiera, lo necesario es vender una serie de servicios que acompañen a ese producto, como la seguridad alimenticia, programas de entrega, trazabilidad y trato directo con el cliente. Todo unido a una mayor calidad de producto”.

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