15/3/07

El consumo de una planta medicinal y el acondicionamiento físico ayuda a mitigar la fatiga muscular en los esquiadores


El sedentarismo es un factor de riesgo para muchas enfermedades y procesos degenerativos, así como lesiones, y el ejercicio físico puede ser un factor protector para ello. Pero una práctica inadecuada de actividad física puede llevar a situaciones donde ciertos procesos como la fatiga o alteraciones del sistema inmune propician el efecto contrario.

Una tesis doctoral realizada por la investigadora Elsa Esteban Fernández, del departamento de Enfermería de la Universidad de Granada, y dirigida por los profesores Rafael Guisado Barrilao y Carlos de Teresa Galván, ha demostrado que con la aplicación de un programa de acondicionamiento físico y el aporte nutricional de Phlebodium decumanum (PhD), una planta medicina, se pueden evitar alteraciones del sistema inmune y retardar la parición de la fatiga muscular local en los miembros inferiores de los esquiadores. De esta manera, asegura la investigadora, “se consigue favorecer la ejecución y mantenimiento de la actividad física tanto recreativa como profesional”.

El Phlebodium decumanu es una clase de helecho cultivado en la plantación del lago Yojoa, en Honduras. Actualmente es utilizado como producto farmacéutico para el tratamiento de patologías relacionadas con alteraciones del sistema inmune.
Acondicionamiento físico para la salud

En el estudio, realizado en colaboración con el Centro de Alto Rendimiento (C.A.R.D) de Sierra Nevada, han participado profesores de la modalidad de esquí alpino, donde ninguno de ellos realizaba ejercicio programado.

Durante cuatro semanas consecutivas, los participantes han sido sometidos a tres tipos de tratamiento por manipulación de dos variables. Así, un grupo experimental ha seguido un programa de acondicionamiento físico, consistente en sesiones de fuerza y flexibilidad; un segundo grupo ha recibido un aporte nutricional de la sustancia natural Phlebodium decumanu (PhD) en forma de cápsulas; y un tercer grupo, ambos a la vez.

El extracto de PhD lo han obtenido según el procedimiento descrito en la patente de invención española ‘Empleo de formulaciones a base de fracciones hidrosolubles de Phlebodium decumanun (exply-37) y/ o Polypodium leucotomos como complemento nutricional en la prevención y reversión del síndrome de sobreesfuerzo físico’.

La investigadora ha estudiado las respuestas a ejercicio físico intenso que puede conllevar fatiga, en acciones semejantes al gesto técnico básico del esquí alpino, antes y después del tratamiento. Para ello, ha medido una serie de parámetros como cortisol, ión amonio, lactato, IL-6, creatinkinasa y fuerza y potencia de miembro inferior con Test de Bosco, que le ha permitido analizar el efecto de cada variable por sí sola o el efecto combinado de ambas.

Tras un análisis estadístico, se ha demostrado que existen diferencias significativas en todas las variables, siendo los mejores resultados los obtenidos en el grupo que ha seguido un programa de acondicionamiento físico junto con el aporte nutricional de PhD.



Sin efectos secundarios

Por tanto, los resultados apuntan a que la ingesta del PhD constituye una inmunoprotección frente al ejercicio físico, al minimizar fundamentalmente los estados de inflamación y mejorar la inmunoprotección; y un mero programa de acondicionamiento físico para la salud puede crear adaptaciones neuromusculares suficientes para mejorar la respuesta física ante solicitaciones de ejercicio de mayor intensidad, aunque sea específico. De este modo, la asociación de ambas acciones, “supone una suma de sus efectos pudiendo ser una estrategia preventiva muy eficaz, fácil y sin efectos secundarios indeseables en personas que viven de la nieve o simplemente les gusta la práctica del esquí alpino”.

Dada la previsión del aumento de practicantes de la actividad física general en la población occidental, la investigadora asegura que “los resultados del estudio son esperanzadores en cuanto al freno del desarrollo de efectos indeseables y perjudiciales, derivados de una mala práctica del ejercicio físico, que favorecen el envejecimiento y la enfermedad.

Los resultados de la investigación han sido publicados en Selección, la Revista Española e Iberoamericana de Medicina de la Educación Física y el Deporte, y en la revista Medicina del Deporte. Además, la investigadora recibió el pasado año el Premio Nacional de Tesis de la Real Academia de Doctores de España, en la modalidad Ciencias de la Vida y Salud.

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