El próximo jueves 15 de marzo se conmemora el Día Mundial de los Derechos del Consumidor en honor a la primera vez que oficialmente se habló de los derechos de los consumidores y a propuesta de la Internacional de Consumidores. Fue en Estados Unidos y lo hizo el presidente J. F. Kennedy ante el congreso de su país en 1962.
23 años más tarde, en 1983, es cuando se decide la fecha de la conmemoración con el objetivo de que sirva para reflexionar sobre los numerosos abusos y fraudes que se producen en el mercado y la necesidad que tiene el consumidor de hacer valer sus derechos.
El próximo 15 de Marzo se recordarán los principios que son sustanciales para alcanzar los objetivos y los fines por los que trabajan las organizaciones de consumidores del Estado español, según afirma el propio Consejo de Consumidores, como son:
• Posibilidad de intervenir de forma abierta a la toma de decisiones que afectan a los ciudadanos
• Garantía de un nivel elevado de protección de los consumidores
• Se tendrá en cuenta dicha protección a la hora de definir y ejecutar las políticas de la Unión
• Erradicación de aquellas prácticas comerciales que conculquen los derechos de los consumidores
En nuestro país están recogidos los derechos que nos asisten a todos los ciudadanos en nuestra Constitución, concretamente en el artículo 51 del Capítulo 3º, donde se habla de los principios rectores de la política social:
ARTICULO 51
1. Los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos de los mismos.
2. Los poderes públicos promoverán la información y la educación de los consumidores y usuarios, fomentarán sus organizaciones y oirán a estas en las cuestiones que puedan afectar a aquellas, en los términos que la ley establezca.
3. En el marco de lo dispuesto en los apartados anteriores, la ley regulará el comercio interior y el régimen de autorización de productos comerciales.
Tuvo que ocurrir un lamentable hecho en España, concretamente la terrible catástrofe de la intoxicación por el aceite de colza que ocasionó muchas muertes y lesiones muy graves a muchas más personas, para que se promulgara una ley, que fue la primera, para la defensa de usuarios y consumidores en 1984.
Desde la Administración se debe tener claro cual es el objetivo común: la mejora de la calidad de vida para todos. En función de este objetivo, la Administración debe actuar en tres vías:
• Colaborar con las Asociaciones de Consumidores
• Intensificar el control de los puntos de venta
• Aumentar la información y la Educación del ciudadano
Todos estos esfuerzos por parte de las Administraciones y de las diferentes Instituciones servirían de muy poco sin la directa implicación de los consumidores. Somos los propios consumidores los que debemos ir en la vanguardia de la exigencia de nuestros derechos. La conmemoración de un día Mundial del Consumidor debe de servir para tomar una verdadera conciencia de donde se encuentra el consumidor en el mundo actual, no podemos ignorar el nuevo escenario en que vivimos. El Euro, la irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación en nuestra vida cotidiana, la globalización de los mercados, los nuevos productos, la biotecnología de alimentos, la liberación de los servicios, etc. Todo ello configura una realidad a la que hay que adaptarse y ante la que hay que plantear exigencias específicas.
No hay que olvidar que el de los consumidores es el grupo más grande del sistema económico. Los consumidores representamos dos tercios del gasto económico y se da la paradoja de que es el único agente económico cuyas opiniones a menudo no se tienen en cuenta, como ya denunciaba Kennedy en 1962.
El conmemorar un día para llamar la atención de la población ante un hecho tan importante y necesario como el consumo no está demás, para acentuar el interés de los productores y que el consumidor conozca los derechos que le asisten y que contempla la ley 26/84, de 19 de Julio, como son:
• Derecho a la protección de la salud
• Derecho a la protección de los Intereses económicos
• Derecho a la reparación de daños
• Derecho a la información
• Derecho a ser oído y estar representado en las decisiones que le afecten, a través de las asociaciones
Son ya 45 años los que han pasado desde que se hizo la primera declaración de los derechos de los consumidores tiempo este en donde se han experimentado y vivido muchos cambios y donde se han sufrido algunas crisis alimentarias y sanitarias ( desde el aceite de colza a las vacas locas), lo que ha provocado que la Unión Europea, a través de la Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores elaborara, en Julio del 2004, diez principios básicos para la protección del consumidor:
• Compre lo que desee en donde desee
• Si no sirve, devuélvalo
• Normas de seguridad alimentaria
• Sepa lo que come
• Debe respetarse a los consumidores en los contratos
• En ocasiones los consumidores pueden cambiar de opinión
• Mayor facilidad para comparar precios
• No debe engañarse a los consumidores
• Protección durante sus vacaciones
• Indemnizaciones efectivas en caso de litigios fronterizos
Estos diez principios no tienen otro fin que poner de manifiesto la preocupación de la Unión Europea para con el fomento de los derechos, la prosperidad y el bienestar de los consumidores. Por estos motivos, el pertenecer a la Unión Europea garantiza a los consumidores una protección suplementaria a la que se les da en sus propios países de origen, a través de un reglamento de cooperación entre las autoridades nacionales, concretamente el nº 2006/2004.
En definitiva, lo que se pretende el próximo día 15 es llamar la atención de la población con el objetivo de incrementar la sensibilidad de los consumidores y usuarios y de los demás sectores económicos y resaltar la idea de que solo con un consumo responsable se podrán mantener las cotas de bienestar que a estas alturas y en pleno siglo XXI toda la sociedad merece.
No solo ya se habla de los derechos del consumidor. Ahora aparecen en escena unas obligaciones. Unas obligaciones que se deben establecer para asegurar que el consumo sea responsable y respetuoso con nuestro entorno.
Ya no se trata tan solo de consumir, sino de hacerlo con sentido, hay que desechar la vorágine consumista de finales del siglo XX debido al “Estado de bienestar”, para encaminarnos hacia un consumo que respete el medio ambiente y sobre todo respete la dignidad humana. Es al momento de rechazar aquellos productos que se apoyan en la utilización cruel de los animales y en la explotación de las personas, en la producción.
El consumo ha cambiado y todo lo que implica el consumo. Ya no se trata de adquirir para, en todos los casos, cubrir necesidades, se trata de adquirir productos que nos satisfagan como individuos y satisfagan a nuestro entorno. Esto solo se podrá lograr si los consumidores hacemos uso de un Consumo Responsable.
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