25/12/07

Muchas luces y poco gasto


'MOTRIL Luz Siglo XXI', así se denomina el trabajo de unos profesores de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Málaga que han recibido el Premio al Mejor Proyecto Europeo de Servicios Energéticos 2007, concedido por The European Energy Service. De esta manera, Motril ha sido reconocida como una de las ciudades más concienciadas en la aplicación de sistemas energéticos racionales, renovables y respetuosos con el medio ambiente.

El premio fue entregado en Bruselas, en un acto al que asistieron, entre otros, Rafael Guzmán, José Ramón de Andrés y Benigno Pérez, profesores de Ingeniería del departamento de Expresión Gráfica, Diseño y Proyectos, y a su vez responsables del trabajo galardonado.
Los estudios comenzaron en el año 2002, cuando la Agencia Andaluza de la Energía y el técnico municipal Antonio Bueno Granadino realizaron un inventario de las instalaciones del alumbrado de la ciudad para detectar las necesidades reales en esta materia. Así, se decidió empezar por el alumbrado público debido a que estas instalaciones suponían el setenta por ciento del consumo energético de la ciudad.
Posteriormente se redactó un Plan Director de Alumbrado Público en el que se recogía hacia dónde quería ir el municipio en esta materia, así como una ordenanza municipal para dar un soporte legal que impidiera que las nuevas urbanizaciones realizaran proyectos poco eficientes en el municipio granadino.
Una vez detectados los puntos débiles, el Ayuntamiento motrileño convocó un concurso público para realizar los proyectos de mejora que ganó el Área de Proyectos de Ingeniería de la UMA. Las actuaciones realizadas hasta ahora suponen unos 3.400 puntos de luz, lo que ha supuesto para la localidad granadina un ahorro energético y económico importante. En concreto, las actuaciones realizadas ahorrarán 93.772 euros al año, lo que se traduce en un ahorro de energía de 1.327.902,34 kw./h. Además, se dejarán de emitir más de 1.500 kilogramos de CO2 al año.
Acciones sencillas
Y todo ello se ha conseguido, entre otras cosas, con acciones tan sencillas como cambiar unas lámparas de mercurio que consumían y contaminaban mucho por otras más eficientes fabricadas con sodio de alta presión. El problema es que las primeras emiten una luz blanca y las segundas poseen un destello amarillento que no parece convencer a todos, y que ha recibido algún rechazo en determinadas zonas de la ciudad. Esto se ha solucionado instalando halogenuros metálicos con quemadores cerámicos, que proporcionan una luz tan blanca como la de las anteriores lámparas de mercurio, pero eso sí, gastando menos energía y emitiendo menos contaminación lumínica y CO2 a la atmósfera.
Tanto el alcalde de Motril, Carlos Rojas García, como los técnicos municipales agradecieron a los profesores de la UMA el trabajo realizado en la materialización del proyecto, dado que, a su juicio, «ellos han hecho posible que la ciudad se convierta en ejemplo de ahorro energético».






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