Una vez más nuestro escaso patrimonio histórico sufre una agresión irreversible, ante la poca eficacia e interés de los gestores provinciales y municipales, para conservar lo poco que nos va quedando de nuestro pasado.
Esta vez se trata de la destrucción de un puente medieval conocido con el nombre de “La Mojita”, situado en un paraje muy próximo a La Gorgoracha, en la antigua carretera N-323 y en el carril de tierra que lleva a la cabecera de la rambla de Escalate.
La situación se ha producido como consecuencia de la realización de un desmonte realizado en una finca privada, al parecer ilegal, con destino a rellenar tramos de la autovía que se construye en las inmediaciones. El paso de camiones de gran tonelaje transportando este material sobre esta estructura indefensa y deteriorada por el abandono y desidia de quienes deben salvaguardar nuestro patrimonio ha provocado su rotura.
Este puente está reconocido e identificado por su valor cultural en el Proyecto del trazado de la autovía Vélez de Benaudalla – Motril, porque se trata de uno de los últimos vestigios del camino que conducía de Motril a Vélez de Benaudalla, utilizado desde la Edad Media. Dicho puente constaba de una mampostería sobre la que se apoya una falsa bóveda por aproximación de hiladas y sus arcos son carpanales, con refuerzos de ladrillo en las esquinas.
La Asociación Buxus quiere recordar que ya avisamos durante la presentación del PGOU de Vélez de Benaudalla en noviembre de 2007, a los responsables municipales y provinciales y en un comunicado de prensa, la necesidad urgente de realizar un catálogo de los bienes culturales (históricos, mineros, etc.) y ambientales, para que sirviera como un instrumento básico y de gran importancia, a tener en cuenta a la hora de futuras actuaciones en todo el territorio. Por eso, ahora denunciamos este hecho como un ejemplo más, del desbarajuste que sucede cada día en nuestra comarca y sobre el gran número de obras ilegales que se realizan por doquier, sin que los responsables de cuidar y vigilar los valores históricos, culturales y ambientales se preocupen de poner freno y realizar una ordenación del territorio que sea eficaz y que al mismo tiempo se pongan en práctica una serie de medidas que sirvan, de una vez por todas, para conservar nuestro patrimonio.
Por otro lado nos preguntamos si, efectivamente la obra causante tiene destino la autovía, ¿Dónde están los controles ambientales de esta obra? ¿Para que sirven las administraciones que tienen que velar por las autorizaciones para su ejecución? ¿Hasta cuando los ciudadanos tenemos que estar vigilando y realizando el trabajo que no hacen las Consejerías y Concejalías de Medio Ambiente, Cultura, etc.?.
Esta vez se trata de la destrucción de un puente medieval conocido con el nombre de “La Mojita”, situado en un paraje muy próximo a La Gorgoracha, en la antigua carretera N-323 y en el carril de tierra que lleva a la cabecera de la rambla de Escalate.
La situación se ha producido como consecuencia de la realización de un desmonte realizado en una finca privada, al parecer ilegal, con destino a rellenar tramos de la autovía que se construye en las inmediaciones. El paso de camiones de gran tonelaje transportando este material sobre esta estructura indefensa y deteriorada por el abandono y desidia de quienes deben salvaguardar nuestro patrimonio ha provocado su rotura.
Este puente está reconocido e identificado por su valor cultural en el Proyecto del trazado de la autovía Vélez de Benaudalla – Motril, porque se trata de uno de los últimos vestigios del camino que conducía de Motril a Vélez de Benaudalla, utilizado desde la Edad Media. Dicho puente constaba de una mampostería sobre la que se apoya una falsa bóveda por aproximación de hiladas y sus arcos son carpanales, con refuerzos de ladrillo en las esquinas.
La Asociación Buxus quiere recordar que ya avisamos durante la presentación del PGOU de Vélez de Benaudalla en noviembre de 2007, a los responsables municipales y provinciales y en un comunicado de prensa, la necesidad urgente de realizar un catálogo de los bienes culturales (históricos, mineros, etc.) y ambientales, para que sirviera como un instrumento básico y de gran importancia, a tener en cuenta a la hora de futuras actuaciones en todo el territorio. Por eso, ahora denunciamos este hecho como un ejemplo más, del desbarajuste que sucede cada día en nuestra comarca y sobre el gran número de obras ilegales que se realizan por doquier, sin que los responsables de cuidar y vigilar los valores históricos, culturales y ambientales se preocupen de poner freno y realizar una ordenación del territorio que sea eficaz y que al mismo tiempo se pongan en práctica una serie de medidas que sirvan, de una vez por todas, para conservar nuestro patrimonio.
Por otro lado nos preguntamos si, efectivamente la obra causante tiene destino la autovía, ¿Dónde están los controles ambientales de esta obra? ¿Para que sirven las administraciones que tienen que velar por las autorizaciones para su ejecución? ¿Hasta cuando los ciudadanos tenemos que estar vigilando y realizando el trabajo que no hacen las Consejerías y Concejalías de Medio Ambiente, Cultura, etc.?.
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