La siniestralidad laboral en España constituye una de las problemáticas que más afectan a la salud de nuestra sociedad, tanto a la individual de los trabajadores como a la de las empresas y a la eficiencia del sistema productivo.
El ciclo de crecimiento económico de los últimos diez años no contribuyó a frenar los efectos de los riesgos laborales sobre los trabajadores, sino todo lo contrario. Creció el número de bajas y, sobre todo, la siniestralidad en sectores destacados como el de la construcción o el industrial. Y todo ello, pese a que se tomaron importantes medidas de prevención. ¿Qué sucederá en el período de crisis económica iniciado en 2008? La respuesta tiende a ser inquietante, pues si bien el número total de accidentes se reducirá, esto se deberá al incremento del paro, pero muy probablemente no a datos de baja real de accidentes laborales y enfermedades profesionales en trabajadores en activo.
Las últimas estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo e Inmigración (abril 2008, http://www.mtas.es/Estadisticas/EAT/eat08AbrAv/index.htm) hablan de más de 580.000 accidentes laborales en el último año, con una ligera reducción respecto al año anterior, en cuanto a accidentes en términos absolutos y en bajas laborales.
Ahora bien, la problemática tiende a estancarse o a agravarse si no se aborda el problema de raíz; “si no se afrontan las deficiencias en la prevención de factores de riesgo presentes en las condiciones de los puestos de trabajo de las empresas”, señala el profesor Fernando Gil Hernández, director del curso “Prevención de riesgos laborales: una apuesta de futuro”, que se celebra a lo largo de la semana (7-11 de julio) en Almuñécar, en el marco de los cursos del Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada.
El curso analiza factores de riesgo en el trabajo derivados de problemas de salud laboral, medio ambiente, higiene industrial, ergonomía o psicosociología. Factores todos ellos que han de abordarse para reducir las cifras de siniestralidad a través de la reducción de los riesgos laborales.
Higiene industrial
Gil Hernández destaca la incidencia de la higiene industrial como factor de riesgo laboral, en el que uno de lo temas que más preocupan es el de agentes químicos. “Es importante considerar cómo prevenir su impacto sobre la salud de los trabajadores en cultivos de invernadero o en los procesos industriales, por ejemplo, que pueden tener un impacto muy negativo en la salud”. En concreto, se refirió a la toxicidad y a la prevención frente a agentes químicos industriales en relación con la reproducción humana.
Uno de los aspectos más preocupante en relación con los agentes químicos –señaló– es su impacto sobre las mujeres gestantes. El mayor problema tiene su raíz en los agentes químicos y en el hecho de que las embarazadas no saben que lo están hasta el mes y medio o dos meses de gestación; teniendo en cuenta que el período embrionario es crítico para el futuro desarrollo del niño”. En este sentido, sostuvo que habría que tener en cuenta que en aquellos supuestos en que se cree que la gestante “pueda sufrir el riesgo de estar sometida a un impacto sobre la salud del feto, sería susceptible de entrar en una incapacidad temporal para evitar el impacto sobre la salud del mismo”.
Riesgos “invisibles”
Atención especial se está dedicando en el curso al seminario sobre riesgos laborales “invisibles”, presentes en las empresas en un grado creciente, debido a las consecuencias para el día a día del trabajo derivadas de la globalización, señala el profesor Antonio Delgado Padial (decano de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Granada).
El experto en psicología del trabajo se refirió a problemas crecientes ante entornos laborales cada vez más competitivos: mobbing, burnout (o síndrome del quemado), estrés laboral, etc. Se trata de riesgos, pues, que no afectan directamente a la salud física del trabajador, al menos inicialmente, ya que no se traducen en bajas derivadas de accidentes laborales. Ahora bien, suponen un impacto muy serio sobre la salud de los trabajadores, que dan lugar a siniestralidad y a enfermedades profesionales.
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