La empresa Hormigones Domingo Giménez, radicada entre los muelles de Graneles y Poniente del Puerto de Motril, acaba de inaugurar una moderna instalación para el almacenaje y posterior distribución del cemento, dotada de un sofisticado sistema de carga y descarga mediante bombeo que evita que la mercancía entre en contacto con el exterior y pueda arrojar partículas al aire. Su construcción, a base de hormigón, ha llevado casi un año y se han invertido cerca de cinco millones de euros.
El proceso consiste en trasvasar, mediante un descargador, el cemento del barco al camión cisterna. Éste, una vez completado, se conecta a una tubería que a través de presión deposita el cemento en distintos puntos del silo para que en su interior se homogenice. Para su extracción se utiliza un complejo sistema mecánico que hace que por gravedad fluya hasta el centro del mismo donde los aerodeslizadores se encargan de conducirlo hasta las paredes interiores del silo. Con el fin de evitar que el aire fluidificado que lleva el cemento, consecuencia de la presión, desprenda polvo en su recorrido de bajada hasta su depósito nuevamente en el camión cisterna para su distribución, las tuberías están provistas de una serie de filtros que hacen que el proceso sea totalmente limpio.
El silo, construido sobre una superficie de 1.200 metros cuadrados, tiene una capacidad de 15.000 toneladas que se distribuyen en tres estructuras de 5.000 toneladas cada una. La primera descarga de cemento la hizo el buque Sofien.
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