Editado por Ada Book, este libro supone una reflexión sobre el efecto que el holocausto nazi ejerce en el pueblo judío y se traduce en una suerte de “enajenación que conduce a tratar a los no judíos, especialmente palestinos, como infrahumanos”
“Israel ha refinado el arte de la explotación del antisemitismo y el holocausto, presentándose ante el mundo como víctima y negándose a aceptar el hecho de que los palestinos, dentro y fuera de Israel, tienen los mismos derechos que ellos”. Este es uno de los alegatos del libro que con el título “El genocidio palestino” ha publicado el profesor emérito de la UGR José Ortega en la editorial Ada Book.
El libro supone una reflexión sobre el efecto que el holocausto nazi ejerce en el pueblo judío y se traduce en una suerte de “enajenación que conduce a tratar a los no judíos, especialmente palestinos, como infrahumanos”.
El autor mantiene en este libro la tesis de que Israel constituye una anomalía histórica y no podrá llegar a ser una nación-estado democrático mientras mantenga una estructura colonialista.
Según José Ortega, sin embargo, Israel y Palestina están condenados a entenderse, a encontrar un espacio mutuo de coexistencia entre dos naciones-estados seculares. Pero la sociedad israelí sigue negando su propio pasado y el de los palestinos. No habrá paz sin una ética de la reconciliación por ambas partes. “Para ser un estado democrático de hecho --señala-- Israel no puede seguir siendo un estado judío, sino un estado de sus ciudadanos. Sin un acuerdo territorial, el conflicto continuará indefinidamente. Toda negociación será inviable mientras siga la creación y expansión de los asentamientos, la desarabización de Jerusalén y la oposición del retorno de los refugiados. Palestina, como pretende Tel Aviv, no puede ser reducida a la franja de Gaza y trozos de Cisjordania. Israel ha intentado muchas fórmulas para terminar el conflicto, excepto la más obvia: poner fin a la ocupación que obstaculiza cualquier proceso de negociación”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario