Una sencilla prueba permite diagnosticar posibles problemas en la audición de los recién nacidos y aplicar medidas tempranas de estimulación
El 100% de los bebés que nacen en el Hospital de Motril, integrado en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada, se benefician del Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia, que tiene como objetivo detectar los posibles problemas de audición que puedan presentar los recién nacidos e iniciar así la estimulación auditiva temprana aumentando sus posibilidades de desarrollo intelectual y psicológico.
Gracias a este programa, de carácter preventivo, que se lleva a cabo en los hospitales del sistema sanitario público de Andalucía, se puede diagnosticar la sordera congénita en los primeros meses de vida del menor, lo que facilita una adecuada intervención terapéutica y un seguimiento constante durante los dos primeros años. La detección precoz resulta básica para la maduración de la vía auditiva, toda vez que evita el deterioro de ésta ante la falta de estímulos acústicos, favoreciendo el buen desarrollo lingüístico, cognitivo, social y emocional del menor.
La prueba que se realiza consiste en la emisión de un sonido determinado a través de un auricular colocado en el oído del bebé. Este auricular emite un sonido y recoge la respuesta de éste. Es un procedimiento sencillo e indoloro que no ocasiona ningún tipo de molestia ni tiene riesgos para el bebé. En la mayoría de los casos se detecta la respuesta del oído, lo que indica que el recién nacido oye adecuadamente. En caso de no producirse la respuesta deseada, el niño es derivado a la consulta de Otorrinolaringología para la realización de nuevas pruebas con la finalidad de descartar completamente cualquier problema de audición.
Si finalmente se comprueba la existencia de hipoacusia, se procede a la aplicación del tratamiento más adecuado para la resolución del déficit auditivo, que pasa en un 95% de los casos por la colocación de audífonos en los oídos del niño, la implantación de prótesis cocleares o la terapia de rehabilitación específica. En el Hospital de Motril se han beneficiado de esta prueba los 1.402 bebés nacidos en 2009, habiendo sido detectados 2 posibles casos de hipoacusia.
La importancia de este programa radica en la dificultad existente para diagnosticar la sordera en los menores de 2 ó 3 años, dada la ausencia de síntomas en fases anteriores a la adquisición de lenguaje. Es a partir de esa edad en la que comienzan a apreciarse perturbaciones en el desarrollo del habla. Por ello, sólo una detección temprana del problema permite aumentar las posibilidades de rehabilitación y adquisición del lenguaje interior o lenguaje sentido, que se produce entre los dos y tres años de vida.
Con el fin de conseguir que el 100% de los nacidos en el hospital sean evaluados mediante este programa de detección precoz y que padres y madres dispongan de la información necesaria al respecto, se les entrega un tríptico informativo elaborado para tal fin en el que se les cuenta en qué consiste la prueba, la importancia de su realización y el procedimiento a seguir.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de la hipoacusia infantil de carácter moderado se cifra en tres de cada mil recién nacidos y uno por mil en caso de afecciones severas, mientras que los principales factores de riesgo están relacionados con la herencia genética, las malformaciones congénitas, presentar bajo peso al nacer y las infecciones perinatales, entre otras.
El Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia Infantil, impulsado por la Consejería de Salud en todos los hospitales andaluces, se enmarca en la línea de trabajo relacionada con la atención perinatal incluida en el III Plan Andaluz de Salud, así como en el desarrollo de estrategias de prevención de la discapacidad.
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