18/7/14

Fernando Wilhelmi y su sabor, a Arena Caliente, en Almuñécar




El sábado 19 de julio arrancan los conciertos internacionales



 

La vigésimo séptima edición del Festival Jazz en la Costa va cogiendo la temperatura de crucero. Desde el Blues de Chicago de la primera velada se pasó anoche a las músicas calientes del eje del sabor: Cuba-Brasil. Y precisamente ése es el nombre que ha escogido el multiinstrumentista Fernando Wilhelmi para su nuevo combo. El Sabor, a trópico, del norte y de sur, una formación multicultural y multigeneracional, con músicos cubanos, brasileños, catalanes y andaluces.

Con una formulación muy timbera y notoria presencia de percusión (a cargo del ubicuo Zeque Olmos, que esta en varios grupos a la vez) Wilhelmi aporta al grupo el toque de lujo con sus solos de flauta y soprano, añadidos a los aires de samba, guaguancó, sones… y un tango como ‘Caminito’ pasado a su manera por una peña rumbera de Guanabacoa. El concierto fue de normal a más para terminar con el grupo lanzado y el público aceptando la invitación a bailar. Un final llevado en volandas por el cantante Alex Oliverira, todo un comunicador nato que no dudó en bajarse para subir espectadores a bailar al escenario, y que puso el acento de autenticidad a piezas como ‘Retrato en branco y preto’, ‘Me deixa em paz’ o el bis -muy pedido por el abundante público que bajó a la playa de Puerta del Mar a escuchar a este grupo-  de ‘O cabrio do seu bemedito’. Un magnifico segundo ‘concierto de bienvenida’ para una muestra que el sábado arranca con la ciudad de Almuñécar ya entonada. 

Este fin de semana, Jazz en la Costa trae a Almuñécar las actuaciones de Chano Domínguez y Niño Josele, Dhaffer Youssef y Josua Redman. Jazz en la Costa está organizado por el Ayuntamiento de Almuñécar y la Diputación provincial de Granada.        


Sábado, 19 de julio. Parque El Majuelo, 22.30 h.
Chano Domínguez, piano
Niño Josele, guitarra

Chano Domínguez (Cádiz, 1960) posee una virtuosa capacidad de aunar la sutileza del jazz y la fuerza del flamenco, además de otorgar una estética jazzística a temas populares españoles. Fernando Trueba afirma de él que es «quien ha situado a España
en la historia del jazz». Y sin lugar a dudas, es el músico de jazz español con más reconocimiento a nivel mundial. Su participación en la película y disco Calle 54 supuso su lanzamiento internacional.

Desde entonces su carrera continúa no solo con interpretaciones y grabaciones en solitario, sino con colaboraciones con destacados artistas y grupos, especialmente en Estados Unidos, donde su presencia es habitual en festivales como los de Chicago o San Francisco, o en actuaciones junto a Winton Marsalis en el Lincoln Center de Nueva York. Entre sus últimos trabajos destacan ‘Con alma’, grabado en Nueva  York en formato de trío con George Maraz y Jeff Ballard; ‘New Flamenco Sound’, ‘Piano Ibérico’ o  ‘Flamenco Sketches’, disco ambicioso donde el pianista da un nuevo sentido a las  antiguas versiones de Miles Davis y por el que fue nominado a los Grammys.

La interculturalidad como elemento transformador de las corrientes artísticas ha favorecido la fusión entre jazz y flamenco, lo que ha  posibilitado interesantes y nuevas propuestas musicales. Chano Domínguez, con un rigor jazzístico aplicado al flamenco, y Niño Josele con un acercamiento creativo al jazz desde el flamenco, ejemplifican como pocos el proceso serio y respetuoso de fusión entre ambas músicas. Dos músicos en la plenitud de su arte, que como señala Fernando Trueba «…estaban condenados a encontrarse. Desde el Atlántico uno, desde el Mediterráneo el otro, han recorrido el camino que va desde el jazz al flamenco y desde el flamenco al jazz, y al fundirse han creado algo que va más allá, algo que bien podría calificarse como música clásica del siglo XXI». Un nuevo e interesante proyecto hecho en nuestro país que abre el Festival Internacional de Jazz en la Costa.


Domingo, 20 de julio. Parque El Majuelo, 22. 30 h.
Dhafer Youssef, laúd y voz
Kristjan Randalu, piano
Phil Donkin, contrabajo
Ferenc Németh, batería
Eivind Aarset, guitarra eléctrica

La trayectoria del compositor, vocalista y virtuoso instrumentista Dhaffer Youssef conforma una carrera discográfica original que descubre otra mirada de la música árabe y de la tradición islámica, tanto por mezclar sabiamente la tradición sufí con el jazz y hasta elementos electrónicos que incorpora de la mano de Mino Cinely, –que fue percusionista con Miles Davis–, como por las colaboraciones con las que ha contado, como Paolo Fresu, Tigran Hamasyan, Bugge Wesseltof, Uri Caine, John Hassel, Omar Sosa o Nguyen Lê, entre otros, músicos de jazz que le proporcionan espacio y libertad para desarrollar su música.

Poeta creador de sonidos, cosmopolita y declarado modernista que se reserva el derecho a ir donde su musa lo lleve, Dhaffer nació en 1967 a orillas del Mediterráneo, en la ciudad de Téboulba (Túnez). Ya de niño le encantaba cantar y tocar el laúd en las reuniones familiares. Mientras estudiaba, escuchaba clandestinamente la radio y descubrió el jazz y otras músicas. Túnez nunca le dio oportunidad para explorar otros caminos, así que decidió viajar a Europa. Se instala en Viena para estudiar la música clásica europea, ciudad de nuevos descubrimientos y experiencias y donde edita su primer disco, ‘Musafer’(1996). Pero es con ‘Malak’ (1999), grabado para el conocido sello Enja, con el que consigue un sorprendente éxito e inicia una prestigiosa y reconocida carrera internacional, que destaca por su concepción de un jazz exótico y novedoso, en el que su voz se convierte en un elemento singular. Desde entonces, los principales escenarios desde París hasta Nueva York reclaman su sonido poético y envolvente.

Después de grabar en Nueva York el disco ‘Electric Sufi’ (2001), Dhafer establece una conexión muy estrecha con el jazz noruego que llega hasta la actualidad, plasmada en discos como ‘Divine Shadows’ (2006). En los últimos tiempos su trabajo va transitando hacia una concepción y propuesta musical más acústica. Su  álbum más reciente, ‘Birds Requiem’ (2013), es tal vez su trabajo más personal, lleno de sinceridad, emoción y de una gran riqueza musical, con una tonalidad más serena y solemne. En él participan músicos excelentes como el trompetista Nils Petter Molvaer, el guitarrista Eivind Aarset o la clarinetista turca Hüsnü Selendirici, entre otros.

Músico de laúd virtuoso y cantante sublime, Dhafer Youssef se mantiene fiel a una perpetua búsqueda de la perfecta armonía y fusión de estilos y continúa un extraordinario viaje musical que esta vez le lleva a Jazz en la Costa, un lugar privilegiado, donde se cruzan las culturas de ambos lados del Mediterráneo y el jazz se auna con las músicas del mundo.


Lunes, 21 de julio. Parque El Majuelo, 22.30 h.
Joshua Redman, saxo tenor y soprano
Aaron Goldberg, piano
Reuben Rogers, contrabajo
Gregory Hutchinson, batería

Joshua Redman estudió Sociología en Harvard, Boston, donde,  aparte de licenciarse cum laude, conoció a muchos músicos. De camino a Yale, donde iba a continuar sus estudios, decidió pasar una breve temporada en Nueva York, y lo que en principio iba a ser una estancia de un año, se convirtió en el inicio de una carrera musical prometedora desde el primer momento. Su talento se advirtió enseguida: ya en 1991 ganó el prestigioso Thelonius Monk Internacional Saxophone Competition y justo un año después el hijo de Dewey Redman, compañero en la vanguardia de Ornette Coleman y Keith Jarrett, ya recibió su primera nominación a los Grammys.

Tras un aplaudido debut de título homónimo, ‘Joshua Redman’ (1992), su consagración le llegó con ‘Wish’ (1993), donde le acompañaban nada menos que Charlie Haden, Pat Metheny y Billy Higgins. Ese mismo año participa con Joe Lovano en el excelente Tenor Legacy, y en 1994 graba Mood Swingcon Brad Melhdau, Christian Mc Bride y Brian Blade y, Joshua Redman deja de ser una promesa para convertirse en sinónimo de maestría.

En 2002 crea la Elastic Band, con una nómina de virtuosos de su generación como Brian Blade, Jeff Ballard, Flea, Kurt Rosenwinkel, Stefon Harris o Nicholas Payton; de la banda nacen dos discos pero fue con Momentumcon el que consiguió su segunda nominación a los Grammys.

En 2004 Redman es nombrado director musical del Festival de Jazz de San Francisco y fundador y director artístico de SF Collective, uno de sus proyectos más ambiciosos. Joe Lovano, Dave Douglas, Stefon Harris y Miguel Zenon o Eric Harland formaron parte de este grupo, una de las propuestas más rigurosas y convincentes del panorama jazzístico internacional.

Su más reciente trabajo, Walking Shadows(2013), producido por Brad Melhdau, con quien comparte amistad y empatía musical, es un disco heterogéneo, en el que realiza una sabia elección de canciones de Pino Palladito, Wayne Shorter o Kern Hammerstein, se atreve con un adagio de J. S. Bach y hasta versiona, audaz pero elegantemente, el ‘Let it be’ de los Beatles. Walking Shadows es un disco imprescindible donde Redman muestra su lado más lírico y romántico, y lo presenta en Jazz en la Costa acompañado de Aaron Goldberg, Reuben Rogers y Gregory Hutchinson, que hacen de este concierto una cita inexcusable.


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