El Índice de Precios al Consumo (IPC) disminuyó un
0,3% en noviembre en tasa interanual, según datos publicados por el Instituto
Nacional de Estadística (INE). Esta tasa es cuatro décimas superior a la de
octubre y coincide con la adelantada por el INE a finales del pasado mes de
noviembre. Los principales componentes del IPC que han contribuido a dicho
aumento son los productos energéticos y los Bienes industriales no energéticos
(BINE).
Los precios de los productos energéticos
registraron en noviembre una tasa interanual del -10%, frente al -13,1% del mes
previo. Esta menor caída fue debida a los combustibles y carburantes, que
ralentizaron casi dos puntos el ritmo de descenso interanual, hasta el 13,7%.
También influyó la energía eléctrica, que experimentó un avance interanual del
0,4%, tras el retroceso del 6,4% del mes precedente.
La tasa de variación interanual de los precios del
total de alimentación se moderó una décima en noviembre, hasta el 1,7%. Ello
fue debido a la alimentación no elaborada, cuya tasa se redujo tres décimas,
hasta el 2,4%, principalmente por la desaceleración de la partida de legumbres
y hortalizas frescas (4,4%, frente al 8,3% del mes anterior). Por su parte, la tasa anual de alimentación
elaborada, bebidas y tabaco se mantuvo en el 1,4% por cuarto mes consecutivo.
El aceite continúa siendo la partida más inflacionista de este grupo, con un
incremento interanual del 28,3%, si bien esta tasa se está moderando en los
últimos meses.
La inflación subyacente (que excluye los elementos
más volátiles del IPC, como la alimentación fresca y energía) aumentó en
noviembre una décima, hasta el 1%. Este ligero incremento se explica por los
precios de los BINE, cuya tasa anual aumentó una décima, hasta el 0,7%, mientras que la inflación de servicios se
mantuvo en el 1%. La aceleración de los BINE fue debida, a su vez, a la
evolución del precio de los automóviles, cuya tasa anual aumentó cuatro
décimas, hasta el 3,9%. Dentro de servicios, destaca la aceleración de dos
décimas en la partida turismo y hostelería, generada a su vez por el
comportamiento de los precios de los viajes organizados, que se aceleran 1,7
puntos hasta el 4%. En sentido contrario afectó la caída en 2,5 puntos
porcentuales en la tasa del transporte público interurbano (-0,6%). Esta última
caída se explica por el desplome del transporte aéreo (casi seis puntos, hasta
el -1,9%).
En términos intermensuales, el IPC general y el
subyacente aumentaron un 0,4% en noviembre. La subida del índice general se
explica por el encarecimiento del 1,5% de los BINE, especialmente de la rúbrica
de vestido y calzado, que anota un incremento mensual del 5,1%, de automóviles (0,5%) y del 0,7% de los
productos energéticos, principalmente por la electricidad (2,6%). También ha
contribuido a esta subida la alimentación elaborada (0,1%), especialmente la
partida de aceites (1,5%).
La tasa anual de inflación aumentó en noviembre en
todas las Comunidades Autónomas, si bien mantiene tasas negativas en todas
ellas, excepto en Illes Balears, donde fue ligeramente positiva (0,1%) y en
Cataluña, donde fue nula. Del resto, las que presentaron mayor tasa anual del
IPC fueron Comunidad Valenciana, La Rioja y País Vasco (0,1% en todas ellas),
seguidas de la Comunidad de Madrid (-0,2%). Las que registraron menores tasas fueron
Castilla-La Mancha, Castilla y León y Cantabria (-0,7% en todas ellas). Por
otro lado, la tasa anual del IPC a impuestos constantes se situó en noviembre
en el -0,3%, igual que la registrada por el IPC General.
El INE ha publicado asimismo el IPC armonizado
(IPCA) correspondiente al mes de noviembre, cuya tasa anual se sitúa en el
-0,4%, cinco décimas por encima de la del mes anterior. Si se compara esta tasa
con la estimada por Eurostat para el conjunto de la zona euro en el mes de noviembre
(0,1%), el diferencial de inflación favorable a España se modera medio punto,
hasta 0,5 puntos porcentuales.
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