Pescadores motrileños descubren por casualidad un caladero de gamba roja de una magnitud aún por determinar. La delimitación de una zona de trabajo para unas prácticas militares en el mar de Alborán obligó a la flota de arrastre motrileña a faenar en un lugar en el que no suelen hacerlo y allí obtuvieron gran cantidad de este manjar que se ha vendido en la lonja a más de 50 euros el kilo.
La casualidad ha querido hacer a los pescadores motrileños un particular regalo navideño. Hace dos semanas la OTAN realizó unas maniobras militares en el mar de Alborán, delimitando un caladero en el que habitualmente faenan los barcos de Motril y del puerto almeriense de Adra.
Los arrasteros al recoger las redes comprobaron que entre las capturas había gran cantidad de gamba roja. Se da la circunstancia de que hace varios años ya se impulsó un proyecto de investigación para localizar esta especie pero no dio los resultados esperados.
El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Motril, Ignacio López, ha confirmado que la magnitud del caladero aún no se ha podido determinar pero parece importante tanto por la superfice que ocupa como por la cantidad que se ha obtenido.
Ahora tendrán que ser técnicos de la consejería de Pesca y científicos de la Agencia Europea para la diversificación de la Pesca quienes determinen el origen del caladero, situado en aguas españolas y las expectativas de explotación comercial que tiene. Se da la circunstancia de que el precio medio de la subasta no ha bajado de los 50 euros por kilo, debido a la novedad y también a la época del año en la que estos manjares son más preciados.
Al coincidir con estas fechas, la nueva especie ha conseguido cuadrar las cuentas de la lonja motrileña ya que las capturas habían descendido un 15 por ciento con respecto a la labor del año pasado.
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