La oferta
turística que lleva Motril a FITUR es, una vez más, un puñado de iniciativas
aisladas, propuestas, deseos y anteproyectos virtuales carentes de contenido
real. Motril necesita definir y diseñar un modelo de desarrollo turístico
sostenible y con proyección de futuro que tenga en cuenta las necesidades de la
ciudad, las de sus vecinas y vecinos y que sea compatible con un crecimiento
económico responsable.
Dos
años y medio después de la llegada a la Alcaldía de Motril de Flor Almón no se
ha producido el menor avance en la definición de un modelo de desarrollo
turístico que responda a la realidad y las necesidades de futuro de Motril.
Qué
se puede esperar –ha criticado la portavoz de Izquierda Unida en el
Ayuntamiento— cuando el Sr. Escámez no tiene reparos en afirmar públicamente
que “sin campos de golf ni puertos deportivos no existirá turismo en Motril”.
Un
año más una nutrida representación del Ayuntamiento de Motril viaja a Madrid
para presentar sus iniciativas y dar a conocer la oferta turística de nuestra
ciudad. Unos días intensos para los responsables municipales que tendrán que
sortear diversas presentaciones vendiendo fuegos de artificio y poco más que
humo. Nada tangible: historia y tradiciones; sol y playa; cruceros de alto
poder adquisitivo y anteproyectos virtuales. Difícilmente podría ser de otro
modo al carecer la ciudad de Motril de un modelo de desarrollo turístico
sostenible y con proyección de futuro.
A
pesar de las carencias y deficiencias de la oferta turística motrileña, como
son el déficit en alojamientos turísticos, el progresivo deterioro de las
playas, la presión urbanística sobre el litoral o la especulación inmobiliaria,
el gobierno local de Motril, en vez de trabajar con rigor para dar solución a
estos problemas que pueden lastrar el futuro de los motrileños, se suma al
modelo que utilizaba el Partido Popular: viajar a Fitur como si el hecho de
presentar proyectos e intenciones ya fuera un éxito en si mismo y viniera a
suponer un punto de inflexión en el desarrollo turístico de Motril. Un
planteamiento falto de imaginación, pero a la vez fácil porque sólo precisa de
dinero -- público, eso sí-- para
obtener algún minuto de gloria, ha criticado Izquierda Unida.
Difícilmente
se puede saber el posible retorno económico de la inversión que hace el
Ayuntamiento de Motril para participar en FITUR. Se desconoce el gasto
realizado, el número de personas que integran la delegación, así como el coste
que supone para Telemotril el desplazamiento de sus técnicos para realizar el
seguimiento pormenorizado de la presencia de los responsables municipales en la
Feria de Turismo. A ello debe sumarse, asimismo, la delegación de la Autoridad
Portuaria de Motril y la de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical,
también sufragadas con recursos públicos.
Tampoco
conoceremos los resultados reales de la presencia en FITUR en términos de
visitantes futuros, inversiones o proyectos de actuación que se consigan
gracias a esa participación.
De
este modo, suma y sigue. Los mismos, las mismas que estos días celebran en
Fitur no tardarán mucho en rasgarse las vestiduras cuando el próximo temporal
se vuelva a llevar nuestra playa por la falta de compromiso de un gobierno o de
otro y cuando las expectativas turísticas generadas se vean frustradas un año
más.
Pero,
Motril habrá triunfado en FITUR, sin lugar a dudas.
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