Jornada de puertas abiertas del Centro de acogida diurna de
Cáritas en Motril
Cáritas llama a ‘poner cara’ a las personas sin hogar para
visibilizar su realidad, y denunciar el modelo económico que los expulsa.
Con motivo del Día Mundial de las Personas Sin Hogar, el
Centro de acogida diurna de atención a personas sin hogar en Motril abre sus
puertas en una jornada de sensibilización.
La mirada fija de Sara, una mujer sin hogar de 41 años, es
la que se asoma, junto al lema “Ponle
cara”, a los carteles diseñados para la Jornada de Personas Sin Hogar que se
celebra el 27 de octubre con el objetivo de impulsar en toda la ciudadanía la
toma de conciencia sobre la realidad de exclusión social extrema de unas
personas que, lejos de remitir, se ha agravado en los últimos años, así como
denunciar un modelo socioeconómico generador de descarte y expulsiones que
tiene su mayor impacto en las personas sin hogar.
La vivienda, motor elemental de la desigualdad
El Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en
Andalucía, que presentó Cáritas en
Granada el pasado 17 de octubre, concluía que un millón y medio de
personas (1 de cada 5) se encuentra en situación de exclusión social en nuestra
comunidad autónoma. Dentro de este grupo, el 9,2% representa la exclusión
social severa con tantos problemas en la vida diaria que les impiden tener un
proyecto vital mínimamente estructurado. Y un 3,8%, es decir, más de 300.000
personas, acumulan tal cantidad de problemas y dificultades que han sido
descartadas por la sociedad. Las PERSONAS SIN HOGAR son un claro ejemplo de
esta sociedad expulsada.
Según se desprende del informe, la vivienda es un motor
elemental de la desigualdad y un factor clave en las dinámicas de exclusión
social. El acceso a una vivienda digna se ha convertido en un derecho
inaccesible para muchas familias que sufren la inseguridad y la inadecuación de
su hogar, y una influencia notable sobre los recursos económicos, sobre el
estado de salud y sobre los proyectos vitales de los más jóvenes.
“Vivienda” primera ayuda de emergencia en Cáritas Diocesana
de Granada
La prevención consiste esencialmente en anticiparse a que
las personas se queden en situación de calle mediante programas que refuercen
los recursos con los que cuentan (económicos, sociales, relacionales,
institucionales, psicológicos y motivacionales) evitando, de ese modo, que
pierdan su casa y mejorando su situación personal. En este sentido, la lucha
por la prevención, a través de Cáritas Diocesana de Granada, supuso un gasto
superior a 215.000 euros en ayudas de emergencia relacionadas con la vivienda.
Las ayudas a vivienda para el pago de alquileres, hipotecas,
agua, luz y gas, se han convertido en la primera ayuda de emergencia ofrecida
por Cáritas en los últimos cinco años. El mantenimiento de la vivienda o su
acceso, representa una de las mayores dificultades para las familias que acuden
a Cáritas. Siete de cada diez personas atendidas han accedido a su vivienda en
régimen de alquiler, frente al 22% que han optado por la vivienda en propiedad.
Estos son datos de espacial relevancia, si tenemos en cuenta cómo en Granada la
transformación de la vivienda en alquiler turístico afecta a las posibilidades
de acceso a una de vivienda asequible.
La importancia de la prevención
La campaña “Nadie Sin Hogar” además de denunciar y
cuestionar el actual modelo socioeconómico que genera tantas situaciones de
descarte, pone el foco en la importancia de la prevención como parte de la
solución de este problema. De forma concreta, se reclama la articulación de
medidas como:
Prevención de las situaciones de pérdida de vivienda (p.e.
mayor protección de los hogares vulnerables en situaciones de desalojo, con una
garantía de alojamiento alternativo, etc.).
Protocolos de actuación a la salida de los recursos sociales
para estas personas, destinados a prevenir situaciones de mayor exclusión
residencial (salidas de centros penitenciarios, altas hospitalarias, etc.).
Sistema de garantía de ingresos mínimos y suficientes, de
ámbito estatal, para que toda persona en situación de pobreza tenga derecho a
un ingreso mínimo que le facilite afrontar esta situación de precariedad y
avanzar en procesos de inclusión.
Centro de acogida diurna en Motril
“Me quedé sin trabajo, el banco me desahució y ahora vivo en
la calle. Lo peor es que parece que dejas de existir. Llegó un momento en que
no me importaba nada”. Estas palabras de Sara ponen voz a la experiencia de
desarraigo que viven más de 40.000 personas que siguen estando en situación de
sin hogar en todo el territorio español.
Sólo en la localidad de Motril, cerca de 30 personas sin
hogar duermen diariamente en sus calles. Desde la apertura del Centro de
acogida diurna, casi 100 personas han accedido a sus servicios básicos de aseo,
ducha, lavandería, ropero o el servicio de taquilla y consigna. El perfil con
mayor demanda es el de hombre español, de entre 35 y 55 años de edad,
desempleado y sin ingresos. Sólo durante el mes de septiembre se han ofrecido
un total de 330 respuestas en este centro. Su puesta en marcha desde el pasado
mes de junio, ha supuesto un paso más en el acompañamiento a personas en
situación de calle que hasta la fecha ha promovido Cáritas Interparroquial de
Motril con la colaboración de voluntarios y sacerdotes, y cuyo impacto medio
anual ha llegado a alcanzar a 350 personas en situación de sin hogar.
Jornada de puertas abiertas
Con motivo de la Campaña de las Personas Sin Hogar, el
Centro de día de Cáritas en Motril ubicado en el bajo 43 de Camino de la
Ventillas, celebrará el próximo viernes 25 de octubre su “I Jornada de
sensibilización y puertas abiertas”. Todas las personas interesadas en conocer
sus servicios, o bien con el deseo de actuar de forma concreta ante la realidad
del sinhogarismo, podrán visitar el proyecto de 11:00 a 13:00 de la mañana. En
torno a las 12:00 del medio día, se procederá a la lectura del manifiesto de la
campaña a cargo de los usuarios del propio centro.
Llamada a la acción
Desde la Campaña se lanza un llamamiento a la acción
individual y colectiva para revertir esta realidad. De forma concreta, se hacen
estas cuatro propuestas:
A toda la ciudadanía, para liberarnos de prejuicios y
miedos, y aproximarnos a la realidad del sinhogarismo, sobre todo a las
personas que lo sufren, entendiendo su situación como una vulneración de
derechos humanos y de dignidad que tiene solución.
A las entidades sociales, para que impulsen de espacios de
coordinación y trabajo en red, de cara a avanzar en respuestas adecuadas y
eficaces a situaciones de prevención del sinhogarismo de las personas con las
que trabajamos.
A los medios de comunicación, para que lideren una
información sensible y no estereotipada de la realidad de las personas en
situación de sin hogar, donde se incorpore el discurso y narrativa de las
propias personas afectadas por el sinhogarismo.
A las Administraciones públicas, para articular sin demoras
unas políticas públicas de prevención del sinhogarismo reales, que se anticipen
a la pérdida del hogar y que garanticen el acceso a los recursos necesarios
para ello, promoviendo la creación de un parque de vivienda pública de alquiler
social adecuado y facilitando el acceso a las personas en situación de mayor
vulnerabilidad residencial.
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