En una nota de prensa difundida
esta mañana, las organizaciones Stop Represión y la Delegación en Granada de la
Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) han denunciado “un posible caso de detención ilegal y tortura”
por parte de la policía durante la manifestación alentada por el partido de
extrema derecha Vox el pasado 23 de mayo. Ese día M. se encontraba cerca del
recorrido de la manifestación paseando a su perro cuando “varios agentes de policía la retuvieron, le agarraron del cuello
fuertemente, zarandearon y golpearon, causándole diversos hematomas”.
La denuncia contra los agentes presentada el 28 de mayo se instruye en
el Juzgado 4 de Granada. No obstante, el despacho que lleva el caso “ha solicitado la acumulación del
procedimiento en el caso abierto contra M. en el Juzgado de Instrucción 7”,
donde esta mañana declararán agentes vinculados con el caso. En la denuncia se
pone de manifiesto que tanto durante su retención en la vía pública como en
comisaría “se produjeron vulneraciones
de derechos, ya que los agentes profirieron distintas amenazas contra M. y en
ningún caso le informaron respecto a los hechos que motivaron su detención”.
Además, durante la detención en comisaría, “M. comunicó que padecía diabetes y
que, debido a las contusiones provocadas
por los agentes, requería asistencia médica inmediata”.
Una patrulla trasladó a M. al Hospital de Neurotraumatología de Granada.
Sin embargo, denuncian que “en la
entrada del recinto fue agredida con una bofetada, tirada al suelo y le
propinaron una patada, siendo devuelta a dependencias policiales sin recibir
atención médica”. Horas más tarde, una enfermera reconoció a M. en
comisaría y “recomendó su traslado al
hospital para llevar a cabo una exploración radiológica debido a una grave
inflamación que presentaba en el brazo. En el hospital se detectó un
eritema, una erosión en el hombro derecho e inflamación en la muñeca derecha”.
Tras realizar esta prueba
“regresaron de nuevo a comisaría donde tomaron las huellas y declaración de M.,
y esa misma noche regresaron al Hospital
de Neurotraumatología, donde realizaron un parte médico que recoge diversas
lesiones y contusiones en el muslo, hombro, muñeca y heridas”. A lo largo
del procedimiento “se denuncia también
trato discriminatorio por amenazas y comentarios emitidos en diferentes
momentos por parte de los agentes de policía”.
Como recuerdan las
organizaciones, “es un derecho fundamental de las personas detenidas el ser
informadas de los hechos que se le imputan.
Sin embargo, es preocupante que a M. no se le informase de los motivos su
detención, lo que apunta a estar motivada por un prejuicio estético e
ideológico”. Asimismo, advierten que “las
distintas amenazas y humillaciones que sufrió bajo custodia policial apuntan a
posibles delitos penales”. Por último, aseveran que “las lesiones
denunciadas por M. durante el tiempo que permaneció bajo custodia muestran un delito de torturas tal y como
es aceptado desde 1999 por el Protocolo de Estambul de Naciones Unidas, así
como de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.
Desde APDHA y Stop Represión consideran que “de demostrarse su veracidad, estas actuaciones policiales son
profundamente antidemocráticas y contrarias a todo derecho”. Además, han
transmitido todo su “apoyo y solidaridad
con M. y su familia”.
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